Naruto Uzumaki es un chico que a perdido el interés en la vida debido a lo que ocurrió durante su niñez y parte de su adolescencia, el piensa que ya nada vale la pena.
Siempre hacia la misma rutina de todos los días: ir al colegio, pasar el rato con...
Al escuchar a mi compañera de escuela hablar hace que me de cuenta de la presencia de una chica más joven que nosotros que sostenía una estrella de madera en sus manos.
Espera.
Una estrella.
-Tomala.
La pequeña chica seguia extendiendo aquella estrella hacia mi.
-Uzumaki-san ¿la conoces?
-No, solo la vi una vez, ni siquiera se su nombre.
-Ohh, ya veo, pensé que era una amiga.- término de decirlo con una sonrisa en su rostro.
Por lo menos se ha olvidado de lo que dije y regreso a su color natural.
- Yo no sería amiga de un chico raro como él, y mi nombre es Hanabi.
-Gusto en conocerte Hanabi, yo soy Hyuga Hinata.
¿Raro?
-¿Como que raro? Tu eres la rara aquí.-Le dije.
De repente se quedo callada, su mirada parecía pérdida hasta que noto algo que la hizo asustar.
-Oye, ¿Estas bien?
Dio algunos pasos hacia atrás para despues salir corriendo. Tanto Hinata como yo nos miramos extrañados hasta que escuchamos una voz.
-Hinata, hola.
Ambos nos volteamos y pude notar la presencia de una mujer, que a mi parecer se veía joven, tenia el cabello negro y llegaba abajo de sus hombros, su piel era blanca pero no tanto como la de hinata.
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-Kurenai-sensei, buenas tardes.
-¿Como te encuentras Hinata? Hace unas hora me tope a tu mamá en el mercado, me ha comentado que te sentías mal.
-Ya me encuentro mejor, gracias.
-Es bueno saber eso
-Por cierto, mi madre me había comentado que en un mes se casaba, muchas felicidades, espero que todo salga bien.
Pude notar que aunque seguia con una sonrisa en la cara en sus ojos se notaba la tristeza.
-He decidido posponerla otro mes, yo he tenido unos asuntos que atender. Como quiera, fue un gusto verte, dejó de quitarte el tiempo para que sigas hablando con tu novio.
Antes de que pasara otra cosa tome la mano de hinata para salir corriendo.
