COMPAÑEROS

Partners in Crime

— ¡Podrás correr pero no esconderte!— Gritó el oficial Royers, ambos estaban agotados de correr cuadras, pero eran los mayores criminales en estos tiempos.

Mataban a gente inocente, unos secuestraban y hacían el típico tratado de blancas y venta de órganos, obviamente ilegal.

— ¡Cierra tu puta boca!— Gritó el fugitivo (el líder) mientras disparaba con su arma; milagrosamente no le dio a ninguno de los dos; la oficial Ruth lo único que hizo fue disparar de igual manera; ambos como compañeros compitieron.

***

— ¡¿Por qué mierda le disparaste?!—  Gritó eufórico a su compañera.— ¡No debía de estar lastimado!

— ¡Solo le disparé! No lo dañé del todo, Jace. —  Dijo un poco dolida por la manera en la que le hablaba, pero un tanto acostumbrada, siempre era lo mismo, siempre reclamaba cosas que no tenían ningún caso.—  ¡Aparte! ¿Quién te crees para andar gritándome como loco? Soy tu compañera, no tú.

— ¡No empieces! ¡Tampoco me digas "Jace"!— Dijo y sus venas del cuello estaban algo saltonas, mostrándose como algo terrorífico.

— ¿Y entonces? Si no te gusta como trabajo ¿por qué me tienes de compañera? — Dice la chica ya muy molesta y cansada por su comportamiento de niño pequeño.

— Tienes razón— Dijo un poco calmado, bajo la mirada frunciendo su ceño para levantarla y mirarla sonriendo ladino—, hablaré con la oficial Mayorga para decirle que ya no quiero tener una compañera que no sepa hacer bien su trabajo—. Escupió en su cara, se dio media vuelta dejándola sorprendida por sus palabras y sus ojos un poco aguados; todos en aquella estación los miraban, no era tan común verlos discutir, ella lo miro alejarse, suspirando sedio por vencida, Jace nunca entendería.

— Está vez, no seré yo la que se disculpe—Susurró para si misma mientras salía por la puerta principal azotándola con fuerza sintiendo su rostro estar en llamas al igual que largas gotas de agua que caían por sus mejillas.

Mierda, eres tan idiota de veras. Hay días en los que me pregunto si sentirás en algún momento un poco de culpa por lo que haces.Me estás perdiendo; pensé que eras diferente conforme el tiempo pasaba.

En frente de la biblioteca, bufo y se sentó en las escaleras mientras tapaba su rostro con sus manos comenzando a soltar inaudibles sollozos, pero se podía saber por la forma en que hipaba un poco y su espalda daba leves levantadas de suspiros.

Escucho un trueno, uno fuerte y luego sintió cómo está última se llenaba de agua; levantando la vista hacia el cielo, pudo darse cuenta de que sería una gran tormenta.

No tenía la noción del tiempo, pero se quedó observando a la nada mientras las lágrimas se juntaban con la lluvia, hasta que sintió que dejo de caer y alguien a su lado se sentaba; esa loción, y esa risita baja con un tono de "lamento todo lo que hice".

- ¿Se te perdió algo? Por aquí no vives.- Ruth hablo por primera vez después de ese silencio incómodo; pero para ella era algo que no quiso romper aunque lo hizo.

- Haley, yo... lo siento.- Murmuró mientras suspiraba y con una mano sosteniendo el paraguas, la otra se pasa a su rostro mientras presiona el tabique de su nariz.- Juro que, pensé que irías a disculparte cayendo...

- ¿Qué?- Dijo fría mientras lo miraba con incredulidad y él se quedó callado mirando hacia enfrente ignorando su mirada mientras tensaba su mandíbula. - ¡¿En serio Henry?!- Gritó sorprendida y en verdad, con un sentimiento irreconocible.- ¿Acaso siempre piensas que seré yo la que caerá a tus pies de nuevo? ¿Piensas que siempre seré yo la que te llora? ¿La que te pedirá disculpas?