Se despertó entre sudor y jadeos. Las pesadillas se volvían cada vez más frecuentes. Era insoportable soñar una y otra vez con lo mismo. La misma cara, los mismos ojos. Lo extraño que era soñar con algo que no había visto nunca. Siempre lo mismo. Corría hasta su habitación, abría la puerta, y, de repente, esa cara, esos ojos. Y cuando intentaba preguntarle algo la voz no salía. Aquella persona misteriosa se le acercaba, y cuando estaba a sólo 2 cm, se despertaba. Llevaba así dos meses. Desde que murió su hermana.

ESTÁS LEYENDO
Relatos varios
Short StoryPues a veces se pasan ideas locas por la cabeza y las escribo xd.