《CUKÚ》

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 Desperté repentinamente sin saber qué había sido el sonido que escuché durante la noche. El terrible monstruo capturado en el espejo me miraba indiferente -¿Por qué tú?- pregunté.

No comprendía nada, simplemente, en mi mente no concebía a aquella vana y efímera imagen...¡Es terrible!¡Es realmente terrible!...grité como la pequeña niña que soy, grité con mis ojos agigantados mientras el sinfónico interludio recorría mis oídos. "Odio a los adultos" es lo que dije a mi amigo el monstruo mientras ambos tomábamos la última comida.

-Te odio a ti-

Ya no había lugar para que mis acciones pudiesen alcanzar el noble objetivo que les fueron encomendados, el tiempo, el mismísimo tiempo, fue desestimado.

Mi noche siguió como cualquier otra,pero, no pude evitar llorar nostálgicamente...aquél terrible monstruo simplemente se había esfumado cual pétalo de flor en invierno, tenía pánico a causa de la despedida tan repentina, así que, corrí despavoridamente hacia el baño, buscaba un pronto alivio...miré al espejo y, pregunté un tanto ingenua...¿Qué te han hecho?...el terrible monstruo cayó bajo su propio charco de sangre.

Yo, la pequeña niña solitaria yacía ahora en el suelo, el frío suelo del decadente cuarto de baño...no había mucho que mirar, el delicado beso que colocó el filo de una navaja en mi débil cuello...¿Quién fue?...resonaba el éco de una dulce voz alrededor de la casa...y exclamé con "el alma vacía"

-El monstruo se ha marchado y no volverá más-

El lugar finalmente quedó vacío,el monstruo finalmente quedó atrapado en su burda vida,y...¡los corderos temen, ellos seguirán temiendo...!


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