Tiempos de tragedia, cambios y miseria

Capitulo 10: Alianzas insospechadas

Fué apresado por dos brazos mientras sus fosas nasales al igual que su boca era tapadas con un pañuelo en lo que bajaba de las escaleras, minucioso de no ser delatado, pero el plan no salió acorde su deseos pues la vieja madera desgastadas a cada paso que él daba hacían un ligero ruido lo cual alertó a uno de los soldados quien en menos de lo que esperaba el otro, lo atrapó causando gritos ahogados que llegaron a oídos del subterráneo donde estaban sus abuelos, tíos y demás cadetes invadiendo la propiedad.

Pronto el chico cayó rendido y una vez ya inerte , el soldado lo cargo en su hombro ordenando a otros dos quienes estaban cerca de avisarle al Teniente.

—¡Tenemos a Plisestky!—  dijo con voz autoritaria al tiempo que bajaba del último tramo de escalera para posicionarlo en una silla y amarrarlo con unas cuerdas tapando su boca en el proceso para que no gritara en caso de despertar.

Una ligera pero siniestra sonrisa se  dibujo en el rostro de Yastor Nikiforov al tiempo que Gilbert y Serge gritaban desesperados y Mila atormentada por los gritos de esos dos solo imaginaba la tortura que esos tres pasarían sin poder despedirse el uno del otro , que su suerte ya estaba sellada y que la última descendencia o parientes posibles al trono de Rusia iban a ser llevados al matadero sin ningún perdón por algo que ellos no hicieron.

Se le vino a la mente la infancia de Otabek y como logro sobrellevar su adultez en escasa compañía asumiendo el echo que era una carga para una familia numerosa en Kazajistán y que lo llevaron como reo fuera de su casa para terminar sirviendo en la milicia teniendo solo doce años.

El ruido metálico de unas esposas en lo que apresaban sus munecas la devolvía a la cruda realidad mientras Serge y Gilbert ahora separados gritaban y golpeaban oponiendo resistencia pero Yastor fue implacable al pegarle con la culata del fusil al moreno en la ingle haciendo que este se hincara de rodillas por el dolor.

Gilbert por su parte ahogo gritos y sollozos mientras veía a su esposo en semejante estado pero no tardó en sufrir el mismo destino al tiempo que Yastor ordenaba llevárselos en carros diferentes para que no se vieran las caras hasta el día de la ejecución.

Mila al ver aquello grito indignada :

—¡Esto no es justo Yastor , no era parte del plan ni del trato , la idea era solamente Yuri Plisestky dejando estos dos vivos y solos por su cuenta. Esa era la intención!

Yastor solo la miró para decir:

—Desde luego creías que iba a quedarme solo con Plisestky cuando también puedo tener a estos dos conmigo si así quiero. Doble premio , luego de exterminar a esta escoria no quedará nada de ellos y se habrán esfumado para bien.

—¿DE QUE HABLAS ? TU TAMBIÉN TIENES SANGRE REAL, ERES NIKIFOROV, DESPUES DE TODO ERES TIO DE YURI Y VICTOR,  ¿O ES QUE NO TE ACUERDAS DE ESO?  TU TAMBIÉN DEBERÍAS ESTAR EN EL MATADERO SI DE ESO HABLAMOS.

Hubo un tenso silencio que se dio de golpe una vez terminado los reclamos de Mila hacia su superior y Yastor perdió la sonrisa de satisfacción que hasta hace nada adornaba su rostro. Le fulminó con la mirada y avanzó hacia ello con cortos pasos hasta tenerla a centímetros de su rostro en el que ella solo miro petrificada por el horror de lo que veía venir : una bofetada , una patada, golpe o disparo en la cabeza, cualquier cosa podría pasar pero lo que no se espero fue que Yastor apretara sus labios con su dedo índice para luego forzarla a un beso que ella recibió con asco.

Estaba tan petrificada que no supo cuando ni como cayó al suelo instantes después con sangre saliendo de su boca.

Los pasos apresurados de los cadetes saliendo de ese sótano fue todo lo que sus sentidos captaron mientras los gritos desesperados de los capturados poco a poco se iban apagando.