El viento soplaba en medio de aquella fría noche donde tres individuos acosados por un nuevo integrante los ponían a pensar en diferentes maneras de librarse de dicho sujeto. Victor Y Christophe miraban al moreno con mucha suspicacia y odio, no sabían de que iba todo este asunto mientras que justo detrás de ellos estaba Yuri Plisetsky observando con ira contenida al hombre que interrumpía su viaje fuera de San Petersburgo. En serio si ese era el tipo que había sido enviado secretamente como guardia nocturno real entonces había algo que andaba sospechoso viniendo de su tío Yastor, porque no había forma ni manera que aquello terminase bien y en once años la memoria del rubio aun resonaban la risa macabra y las ordenes de su tío.
Encuentrenlos y matenlos no quiero verlos con vida …
Esas ocho palabras en una sola sentencia retumbaron en los oídos de ambos cuando se escondían luego del derrumbe a causa de las llamas, mas nunca volvieron a confiar o sonreír en su tío desde que oyeron eso, no les era fácil asimilarlo pero dolió mucho mas cuando se dieron cuenta que el era el único que les quedaba de familia directa de sangre y este ya había mandado a matar al resto. Los Nikiforov y los Plisetsky eran primos pero tenían un ancestro en común quien era la reina Victoria de Inglaterra y a su vez parientes del Zar Nicolas II por parte y parte.
—Dile que se vaya – murmuro en un suspiro apenas audible para si mismo.
Otabek aun miraba fiamente a Yuri quien no parpadeaba a pesar de pasar mas de 5 minutos incómodos donde el silencio y la hostilidad reinaba, pero Christophe Giacometti lo rompió en seguida con su sonora voz: — Sino te apartas llamaremos a los guardias y entonces estarás en mayores problemas.
— Señor Nikiforov , amo Giacometti, señorito Plisetsky no se muevan! — Una voz masculina detrás de ellos acompañado de pasos multiples de hombres armados vinieron a socorrerlos en el momento preciso.
— ¡ Justine! , gracias a Dios que estas conmigo — suspiro el suizo para si mismo.
— ¡ NO DISPARE , VENGO EN SON DE PAZ! — la voz de Otabek resonaba en medio de ese enorme espacio abierto que daba a la recepción de entrada principal. Todos los hombres armados que venían detrás se alarmaron pero aun así mantuvieron la compostura apuntando al kazajo.
— Otabek o como sea que te llames, lamento decepcionarte pero mi hermano y yo estamos de salida , sera mejor que te vayas por donde viniste o te quedas en el palacio haciendo guardia si así lo deseas pero déjanos a mi, a mi hermano y a Chris en paz – ordeno Victor con mirada fría y voz serena.
Otabek sostuvo la mirada del albino decidido sin dejar que las cosas se salieran de su control no estaba dispuesto a cederle tan fácil pero justo antes que diera un paso hacia ellos uno de los guardias disparo un balazo que fue directo al pecho del kazajo.
Hubo un momento de pánico en donde Yuri casi siente el impulso de ayudar a ese hombre de no ser porque un Victor previsivo lo abrazo posesivamente mientras Christophe se ponía frente a ellos a modo de escudo protector.
— ¡ HAY UN HERIDO EN LAS AFUERAS DEL PALACIO ! — Se escucho la voz de un hombre vociferar mientras el suizo y los dos rusos mantenían su postura escudándose uno con el otro inmóviles frente a la escena.
— ¡ DETÉNGANLO , HAY QUE REVISARLO! – Gritaba otro guardia.
— Yuri no te quiero ver en ningún sitio que no sea cerca de mi , ¿Entendiste? — La voz de Victor sonaba muy paternal y preocupada al tiempo que el rostro del rubio mostraba sorpresa ante lo ocurrido.
—Victor acabo de entrever mientras los guardias se acercaban a revisarlo y no veo rastros de sangre , generalmente apenas le disparas a alguien al corazon ya se esta desangrando en cuestión de segundos y no veo — forcejeo para ver entre un hueco donde pudiese observar mejor a la víctima pero el albino le bloqueaba con su cuerpo —¿Donde esta el hilo de sangre? Algo anda mal.

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Tiempos de tragedia, cambios y miseria
FanfictionYuri Plisetsky y Víctor Nikiforov son allegados a la familia del Zar Nicolás II. Otabek Altin es un soldado de la Marina enviado a asesinarlos gracias a la astucia despiadada de su tío Yastor Nikiforov, quien consumido por el resentimiento del pasa...