~Quiero Hacerlo~
El Escuchar esa frase sus corazones se aceleraron.
¿Habian escuchado bien?
Kagami Taiga el omega de sus sueños,por el cual darían la vida les estaba dando el privilegio de ser sus alfas.
-¿Estas seguro? ¿Taiga?- La voz del de ojos bicolor se escucha entre sorprendida y exitada, no sabria cuanto tiempo podria seguir soportando el aroma del menor.
-S-si estoy s-seguro- La voz del taiga se escuchaba entrecortada por los efectos del celo -Por favor seijuro, A-atsushi.
Sin perder tiempo los dos alfas con el omega en brazos se dirigieron al auto del de ojos bicolor.
La casa mas cercana era la de akashi, seria la mas cercana y cómoda para lo que pasaría a continuación.
~~~~~🦁~~~~~
En otro lugar.
Se podria apreciar a un moreno algo confundido y muy enojado por lo sucedido hace a penas unos minutos.
'QUE HICE'
Esa palabras se las repetía una y otra vez en su cabeza, pero en realidad ¿Que acaba de hacer?
Habia menospreciado y humillado a su pareja, a su alma gemela.
Solo por su estúpido orgullo. Su instinto le ordenaba regresara a buscar al menor.
Que se lo llevara y lo hiciera suyo, que le pidiera perdón por haber dicho tales idioteces. Y sin mas, pareciera que su cuerpo se movía por si solo para ir a buscar al tigre.
No lo perdería, no cuando le había tomado tanto tiempo encontrarlo, corrió con desesperación.
No,no, no, ¡NO!
Lo iba a perder, lo perdería por una estupidez, no lo perdería claro que no lo haría.
Corría entre los locales del centro comercial con la esperanza de poder encontrarlo, no dejaría que su preciado destinado fuera reclamado por otros alfas.
La sola idea le repugnaba, el tener que compartir a su pareja el saber que otro alfa tendría lo que por derecho se lo consideraba suyo.
MATARIA POR EL
>EN OTRO LUGAR<
No muy lejos de aquel centro comercial se encontraba una limusina que se dirija a máxima velocidad hacia su destino, dentro de este vehículo se encontraba un pequeño omega al cual se le había adelantado su celo, lo que era extraño ya que no debería haber llegado hasta dentro de dos semanas.
Pero este no estaba solo, dentro del vehículo lo acompañaban dos poderosos alfas que estaban usando todo su auto control para no marcar al tigre en ese instante.
-Taiga solo debes enguantar un poco mas ya casi llegamos- hablaba un alfa con ojos bicolor.
-ngh.. lo se pero e-es difícil- susurraba el menor, la verdad es que se le hacia mas doloroso mientras pasaban los segundos, era una tortura.
