Y, de repente, ella colocó su mano en mi pecho, a la altura del miocardio y dijo en un susurro: -Tienes el corazón acelerado.
-Así es- respondí.
Lo cierto es que en ese momento me llené de miedos. Tenerla tan cerca, con mis ojos salteando de su boca a sus ojos, me llenaba de tranquilidad, pero a la vez de miedo, no quería que ese momento acabara, quería que en ese momento el tiempo se detuviera para prolongar más mi estadía con ella. Sin embargo, en el momento justo en que nuestra mirada se encontraba sentía que todo al rededor se detenía.
Sus ojos, como siempre, expresaban todo aquello que no salía de su boca, pero que quería decirlo. Por su impaciencia, pero sin resistencia, me daba cuenta que estaba tan asustada como yo. Sabía que estaba sintiendo lo que yo en ese momento.
Quisiera dar gusto a la imaginación del lector y decirle que me aferré a sus labios y la besé aún con mis miedos, pero no fue exactamente lo que ocurrió. Aunque mis ganas de probar sus labios rompian por completo los moldes de suspuesto control y confianza que juraba tener en mis actos, mi mayor miedo era que mis acciones dañaran todo lo que había logrado. Sabía, de antemano, que con ella todo tendría que ser con calma, que debía darle tiempo para que llegara el momento, el momento preciso para que nuestros labios se encontraran y complementaran las palabras que había en nuestras miradas .
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Momentos de inspiración
RandomMomentos de inspiración, es la colección de varios escritos que se dan en cualquier momento y lugar. No es una historia, como dije antes, son solo escritos, redacciones con temas variados.