Shinobi

Naruto

Estoy en problemas.

Fue la frase que cruzó por mi mente en cuanto Sakura se marchó al borde de las lágrimas. Y el colmo era que también había perdido de vista a Kira.

"Y ahora ¿Cómo saldré de esta?"

"Solamente Sakura sabe que es lo que se imaginó que hacía; seguramente no es nada bueno"

Y también había perdido la oportunidad de averiguar algo de esa criatura.

"Definitivamente hoy no es mí día"

Caminé frustrado a la oficina, ya sabía lo que me esperaba en casa.

Después de trabajar como loco, llegué a casa donde mi esposa estaba al borde de un colapso nervioso.

¡Solo quería dormir!

Pero Sakura no me perdonaría irme a dormir sin antes aclarar las cosas.

"¿Que hago o digo? No puedo hablar de Kira"

Tome aire, me senté a un lado de ella y hablé.
-Sakura-la llamé en voz baja-yo... Siento mucho no haber estado para ti ni para Yume en estos últimos días-agache la mirada-¿Cómo puedo compensarlo?-
Sakura se aventó a mis brazos y me abrazó

-Solo intenta no cargar con todo tu solo, no me gusta verte triste-

-Oh Sakura- me enterneció​-Gracias por ser mi esposa-

(...)

Pasaron los días y un día cuando regresaba a casa un gato herido se arrastraba por la calle.

El gato gruñó al verme cerca.

Lo tomé desprevenido.

-calma, te llevaré con Sakura ella seguro que te ayudará-
-¡No!-dijo el gato
-este gato... ¿! Habló?!- lo aventé lejos, este se transformó en la niña de hace unos días
-Eres un bruto...-dijo escupiendo sangre en el suelo
-¡Tú!-La señalé-¿¡Que haces aquí?!-
Ella se levantó y comenzó a hacer un par de signos con las manos hasta que cayó.

Me acerqué despacio e intenté levantarla.

-aléjate-pronuncio con trabajo-es peligroso-enterró una de sus manos en la tierra y un temblor se hizo presente en todo el lugar, luego comenzó a jadear exhausta.

-¿Que acabas de hacer?-Pregunté

-solo desvíe un ataque-

-¿Hablas de aquella cosa del bosque?-

Asintió con la cabeza.

-¿Sabes que es?-Pregunté

-No exactamente, salvo que no deberías involucrarte-

Volvió a adquirir la forma de un gato y se alejó por un callejón. La seguí, debió haber estado exhausta ya que no me notó.

Tras un largo laberinto entre paredes y demás, alcance a verla desacer el jutsu.

Su refugio era un callejón para animales abandonados, principalmente gatos.
Al verla llegar los felinos le rodearon esperando su ración de comida.
-Sera a la próxima-dijo y se dejó caer exhausta en un colchón viejo.

Ahora sabía cómo encontrarla.