Estaba anonadada. En shock. Tanto que no me di cuanta que había estado conteniendo la respiración hasta que terminé de leer la última palabra.
Me encontraba en mi respectivo asiento, con mis brazos sobre el pupitre del salón en plena clase de química, tratando de procesar toda la información mientras miraba a un punto imaginario en la esquina.
Volví mi vista al papel entre mis manos.
¿A caso era una broma de mal gusto? ¿O simplemente se han confundido de persona? Realmente no comprendía, y no, no me refería al nuevo tema que estaba explicando la profesora. ¿realmente esa carta era para mi?
Fruncí el ceño.
A penas eran las 8:30 a.m. del lunes y ya había comenzado de la forma más extraña posible.
Seguramente era otro de los "chistes" de Ethan. Para los que no saben quien es se los explicaré lo mas breve posible, puesto de que solo hablar o pensar en él me da náuseas. Se los resumiré en 4 palabras. El. Peor. Ser. Humano. No hay otros calificativos para definirlo. Hasta ni se si se podría llamar ser humano. Es engreído, estereotipado, machista, de mente cerrada, y se dice que hasta racista. En resumen, una mierda de ser vivo.
¿Qué si le gusta hacerme la vida infeliz? Si, le fascina. Por supuesto que no me quedo callada ante sus comentarios y lo golpeo donde más le duele como el "admitelo, qué seas rubio de ojos azules no significa que seas un campeón con las chicas, en especial con una" y créanme cuando les digo que odia qué se lo digan, porque muy en su interior, aunque lo niegue, sabe que es verdad. Además, casi toda la escuela estaba al tanto de la persona que era. A excepción de algunas chicas que aún así morían por el.
Voltee mi cabeza hacia mi derecha, donde se encontraba el ya nombrado. Me miraba fijamente, sin parpadear, con una sonrisa burlona entre sus labios. No me deje intimidar y le sostuve la mirada, para que luego de unos segundos reciba un guiño de su parte. Mierda.
-Entonces señorita Brown, ¿cuál cree que es?
Me volví para fijar mi vista en la persona que me hablaba, abriendo bien grandes mis ojos una vez que me percaté de quien se trataba.
–Eh, lo-lo siento profesora, ¿puede repetir otra vez?
La señora Patience dio un suspiro cansado. Irónico.
–Estamos hablando del reactivo limitante y el activo en exceso, ahora, ¿cual es cual?–dijo señalando unos números en la pizarra.
Apreté mis labios. Normalmente hago eso cuando trato de concentrarme. Para ser sincera, detesto química. No entiendo en que me ayudará en el futuro saber sobre lo que sea que explique la profesora, puesto que si bien no se que carrera elegir, estoy 100% segura de que no tendrá ninguna relación con esta asignatura. Pero eso era, una asignatura, y quiera o no debía de darla.
Titubié la respuesta.
–Si realmente quiere aprobar esta materia, será mejor que comience a prestar atención –mencionó la señora de mediana edad, sin dejarme contestar, para luego darse vuelta y seguir con la clase.
Rodee los ojos una vez que ya no me veía.
–Esto no quedará así –susurré para mi misma mientras miraba de reojo al detestable Ethan, quien trataba de contener una carcajada.
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