I'm Peter and I Love You (HUNHAN vs KAIHUN vs KRISHUN)

Forecast Fulfilled II

21.7: Forecast Fulfilled II

Los buitres vuelan en círculos sobe nuestros dominios

Aquello que nos llevamos no tiene valor alguno

Si nos alejamos ellos se acercan, están detrás de nosotros

Nos quieren, a ti y a mí.

Déjame, no puedo más

Me está matando...

Nos hemos muerto de amor y eso me está matando

Porque nuestros sueños se están derrumbando

El mundo entero debería callar y ser abandonado para siempre.

Estamos perdidos

Y aunque todas las fuerzas se uniesen

Este es el final.

(Totgeliebt-Tokio Hotel)

-Vaya, hijo... yo no... es decir...

-Te lo dije, te dije que te dejaría con la boca abierta.

Y vaya que lo había hecho, y no sólo a su padre, sino también a su novio. Pero eso era algo que él no necesitaba saber.

Suho sonreía de oreja a oreja, mirando hacia la tarima, ya iban por el cuarto o quinto número, y no podía sentirse más orgulloso de su hermanito. Su mirada brillaba de tal manera que parecía cautivar a todos en el teatro, la gente no dejaba de gritar cada que era su turno o tomaba la posición de en medio.

-No tenía idea... -su padre suspiró al último. El señor Oh, con los ojos puestos en su niño menor, se preguntaba cuántos años realmente había pasado separado de él y sin saber lo que hacía o a qué se dedicaba en sus ratos libres, sin tener idea que ese pedazo de artista se estuviera cultivando en su propia casa.

-Es porque nunca lo fuiste a ver -soltó, acomodándose mejor en su sitio, estrujando los dedos de Kris que tenía enlazado con los suyos, la mano libre sobre sus labios, tratando de esconder esa expresión tan altiva -Él siempre ha sido así de maravilloso, papá, te lo digo yo que nunca me he perdido ninguna de sus presentaciones, desde que estaba en primaria -la canción actual acababa de llegar a su fin, una vez más, Sehun reverenció ante el público, siendo el último en abandonar la escena segundos después. Fue sólo entonces que Suho se atrevió a girar la cabeza y ver a su padre -pero hoy, hoy es simplemente perfecto, no sé explicarlo, pero jamás lo había visto así... -era espectacular, se guardó para sí, se sentía algo tonto sintiendo sus ojos brillantes.

Ese era su niño, aquel que con tanto esmero había cuidado desde que eran tan jóvenes.

El señor Oh sonrió, dejando entrever las arrugas que se formaban alrededor de sus ojos, posó una mano sobre el hombro de su hijo mayor, frotándolo con ánimo.

-Sehun es increíble, hijo, no me sorprendería que tuviéramos que ir despidiéndonos de él... -regresó la mirada al escenario, viéndolo con algo de añoranza, ya estaba ansioso por verlo bailar de nuevo -después de hoy, no me sorprendería que nos saliera con la noticia de que lo han cazado. Mejor dicho, me extrañaría que no fuera de esa manera.

¿Por qué el tiempo había pasado tan pronto? Los años no perdonaban a nadie, y menos a él que era en ese instante que iba a darse cuenta, de todas las cosas que se había perdido de la vida de ese pequeño niño enfermizo y escuálido. Estaba convertido en toda una celebridad, y los gritos feroces de todos sus compañeros que se encontraban sentados y esparcidos por todo el auditorio, no lo dejarían mentir.