Los ángeles de sangre y una ninfa entre el mar

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Lapislazuri se encontraba en su cama. Sonó el despertador e inmediatamente se levantó para empezar el día. Lapislazuri gritó.
-¡¡¡Cuervo que haces aquí!!!¡¡¡Menudo susto me has dado!!!- Dijo Lapislazuri.
-Ver tu admirable belleza.-Dijo Cuervo.
Lapislazuri suspiró y seguidamente sonrió.
La chica se dirigió a la cocina.
-¿Buscamos a Trueno?-Dijo Cuervo.
-Vale, pero... ¿Has desayunado?-Dijo la bruja-Oye... te veo un poco raro... nunca te preocupas por Trueno.
Lapislazuri cogió una naranja y se fue.

Mientras tanto, en casa de Trueno...
Trueno bostezó.
-¿Lapislazuri?-Dijo Trueno.
Se cayó un jarrón.
-¿Qué ha sido eso?-Dijo Cuervo, que tenía el oído muy desarrollado.
Se oyó un grito.
-¿Qué ha pasado?-Dijo Cuervo.
- No lo sé, vamos a casa de Trueno.
Abrieron la puerta y notaron una sensación que ya habían tenido.
-¿Trueno?-Dice Lapislazuri.
En la cama de Trueno vieron un jarrón roto y marcas de sangre.
-Mira ahí arriba...-Dijo Cuervo.
Lapislazuri giró la cabeza. Había marcas de sangre por todas partes.
-Hay marcas de sangre y un jarrón roto...-Dijo Cuervo.
-Hay también marcas de manos ensangrientadas...-Dijo Cuervo.-¿Qué habrá pasado?
- No lo sé...-Dijo Lapislazuri.
-Llamemos a la policía.
-Podemos arriesgarnos demasiado, la policía no sabe nada de nuestros poderes...-Cuervo miró al suelo y se sintió un poco inútil.-Preguntemos a Amatista.
- No, a Amatista no...-Dice Cuervo con voz grave.
-¿Por qué no? Es mi mejor amiga y confío en ella.
-Yo no confío en ella,  hazme  caso.
- No me voy a quedar de brazos cruzados. Me voy a contárselo.
Cuervo se quedó reflexionando. Y se fue al mar.
-Anda, justamente a quién estaba buscando.-Dijo Amatista a Lapislazuri.
-Tienes que ver lo que ha pasado.-Dijo Lapislazuri.
-Antes tienes que escucharme a mí. Oí a Cuervo el oráculo y Trueno reirse de tí.
Lapislazuri se queda extrañada.
-Es cierto, yo jamás te mentiría.
Lapislazuri empezó a creer en Cuervo.
- No vengo a que me cuentes eso, sino, a que te cuente lo que ha pasado.
Amatista no dijo nada.
-Ven conmigo.-Dijo Lapislazuri.-Cuervo y yo oímos ruidos de la casa de Trueno. Hemos ido a mirar y hemos encontrado un jarrón roto y marcas de sangre.
-Ah...-Dice Amatista.
-¿Qué hacemos?
-Que mal...
-Ya lo sé... pero... ¿Qué hacemos?
- No lo sé...
Lapislazuri miró abajo.
-Espero que no pase igual que con mi familia...-Se dijo a sí misma.

Mientras tanto...
Cuervo se acercó al mar. Empezó a hacer un ruido raro con la boca mientras tocaba el agua. De pronto, se acercó una ninfa. Se llamaba Cristal. Ella era la inspiración de Cuervo.
- Hola-Dijo Cristal.
-Adiós.-Dijo Cuervo.
-¿Qué haces aquí?
-Consultarte.
-¿Para qué?
-Por una amiga de Lapislazuri.
-Vale, espera un momento.
Cristal se sumergió debajo del agua. Arrancó un alga y volvió a la superficie.
-Cómetela, con ella podrás respirar bajo el agua.
Cuervo hizo un gesto de asco.
Cristal se rió.
-Ven.
Cuervo se tiró al agua extrañado.
Cristal lo cogió de la mano y le señaló a donde había que ir. Juntos, se dirigieron a las profundidades del mar. Por el camino, se encontraron a más  ninfas que les miraban extrañados. Cristal sonrió y continuó el camino. Cristal continuó nadando.
-Te hecho una carrera hasta aquella piedra.-Dijo Cristal señalando a una roca.
-¿Preparada para perder?
Cristal sonríe.
-Preparados... Listos... ¡Ya!
Cristal empezó a nadar super rápido, de tal manera que parecía un delfín.
Cuervo al ver lo rápido que iba se paró. Y decidió rendirse.
Cristal llegó a la meta y tenía tanta energía para dar y regalar.
Cristal volvió y le cogió a Cuervo de la mano y llegó a la piedra.
Cuervo la sonrió y Cristal le dio un abrazo.
El agua comenzó a moverse demasiado, parecía un remolino. Cristal se asustó.
La ninfa se asomó para ver que sucedía en la superficie.
-¡¡UNA TORMENTA!!
- No puede ser...-Dijo Cuervo.-¿Es peligrosa?
-Me temo que sí...-Cuervo se asustó al ver su reacción.-Sumerjamonos abajo del todo.
Juntos se fueron abajo.
-En estos mares, me temo lo peor...-Dijo Cristal por el camino.
Cuervo se asustó.
Cristal sintió como le iba de rápido el corazón y por unos momentos pensó que esos eran sus últimos minutos de vida.
Cuervo se agobió al ver a Cristal.
-¿Estás bien, Cristal?
-Quédate quieto aguanta la respiración.-Dijo Cristal.-Son leviatanes, sólo ven lo que está en movimiento.
Cuervo se asustó mucho más.
-Dicen que son abominables, se comen trece cocodrilos al día. Es como una gigante serpiente de mar. Su cabeza es de dragón mientras que su cuerpo es de serpiente. Se mueven a la velocidad de la luz. Arrojan fuego por la boca...
-Mis padres me contaban aquella canción de que me dormirá o sino vendrían los leviatanes a comerme.
- Cuervo...
-Sí Cristal...
-Estoy cagada de miedo...-Dijo Cristal.-¿Qué hacemos?
- No movernos y disfrutar de nuestros dos minutos de vida.
-Ja ja ja...
-Calla...-Dijo susurrando Cuervo.-Están en mis pies.
Los dos se quedaron disfrutando de sus dos últimos minutos de vida.
Cuervo sintió como si le faltara el aire. Se llevó la mano al cuello. Los leviatanes reaccionaron. Cristal cogió de la mano a Cuervo.
-¡Cómetela a ella, tiene más carne!- Dijo Cuervo.
Cristal soltó aire de la boca. La ninfa miró mal a Cuervo. Cuervo sonríe.
Cristal comenzó a nadar a la velocidad de la luz.
-¡¡Esto es muy rápido para mí!!- Dijo Cuervo.
Cristal llegó a la superficie y le dejó en su hogar. Cuervo respiró.
-Buf, vaya movidón...-Dijo Cuervo.

Bueno chicos, este ha sido el cuarto capítulo, sentimos no haberlo subirlo la semana pasada, pero es que era muy largo y nos ha costado hacerlo. Recuerdo que es una colaboración con DamianValencia119, visitad su perfil porque está haciendo una historia muy chula. Hemos subido el capítulo el domingo, pero seguramente que no subamos capítulo el miercolés, pero lo intentaremos.
Gracias. 😘😘😘😊
Roja.



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