Respuestas.

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No se como rayos lo voy a conseguir, pero yo debo saber que rayos me ocultan.

Al tomar mi camino hacia las cuevas, reflexiono todo lo que haré para conseguir respuestas. Ya cuando estoy en la entrada debía cueva, me detengo en seco, pues las moiras estaban en frente de mi.

-Querida señorita Selenia, la estábamos esperando. - dice Átropos.

¿Asi?

-Mmm, ¿por que si se puede saber?

-A no mi niña, ahora no te hagas la loca. Sabemos que has descubierto algo y ya te has hecho, la pregunta que hemos estado esperando desde hace eones que te hagas. - Informa Átropos.

-Si es así, entonces responde la de una vez, sin tantos rodeos.

-Pues esa puerta que viste, fue creada por tu padre para ir y venir de un mundo a otro. - Dice láquesis.

-¿El mundo de los mortales cierto?

-Si ese mundo que viste cuando estabas de fisgona. -Dice Átropos.

¡Mierda! Si se dieron cuenta, pero...

-¿Si sabían que estaba aquí, porque no me echaron?

-No lo puedes saber todo, así que no te pases de lista.

-Ok, ok. Pero no entiendo nada, si él esta haciendo eso, ¿no se supone que el creador ya debería saberlo? ¿Y detenerlo?

-Todo tiene que pasar según lo escrito cuando naciste. -Nos interrumpió láquesis.

-¿Y eso es? - Digo molesta.

-Nada que puedas saber. -Me replico láquesis igual de molesta que yo.

Ellas no me dirán mas nada, ¿para que me molesto en si quiera preguntarles? Affs. Me voy peor de lo que vine.

-A la mierda, no les voy a jalar bolas. Metan se sus respuestas por el culo, si es que tienen. -Digo casi gritando.

Me doy media vuelta y camino de regreso al palacio. Si o si, hoy yo paso por esa puerta.

***

Al llegar a mi cuarto me pongo a pensar todos mis movimientos siguientes, nadie puede sospechar que yo voy a hacer esto ni siquiera la transportadora. Affs. Odio mi existencia.

En ese momento aparece Kifania, exaltada y sin mi permiso, en mi habitación. Dando me un susto de muerte.

-Selenia, ¿por que piensas eso? ¿has perdido el juicio?. Dice alterada.

La miro enojada.

-¿¡QUE MIERDA HACEEES!? ¿Estas loca? Deja me mi propio espacio, y salte de mi cabeza ahora mismo.

-Sabe usted que no puedo hacer eso, para que eso pase, la muerte me tiene que matar, o usted morir. Y yo no quiero que ninguna de las dos pase señorita. -Dijo con una total serenidad.

-Pues no se como vas a hacer, pero deja de hacer esto.

-Explique me entonces ¿por que pensaste eso?

-Nada que tengas que saber, ahora vete, y deja me sola.

Sin decir mas, se espumo. ¡Por fin!

Esperando unos minutos decidí, que esperaría a que mi padre saliera de la puerta esa, y así yo entrar. Me limpie y vestí, al terminar de arreglar me, salí disparada de mi habitación y me dirigí al sótano. Me escondí en unas de las columnas y espere.

Espere bastante, tanto así que me quede dormida, pero el ruido de pasos me despertó. Cuando me incorporo dislumbro a mi padre saliendo del portal, y cerrando la puerta. Cuando salio de la recamara, me levante y fui directo a la dicha. Al mirarla de cerca pude detallar la mejor, era de oro, con inscripciones grabadas ellas, las cuales no tenia ni idea de que mierda decía, dando me igual, tome el pomo de la puerta que hacia de portal, y la jale.

Al abrirla sentí una corriente eléctrica que nunca había sentido en mi existencia, por lo que no se como tomar esa reacción, al estar la puerta en su totalidad abierta, puedo ver y percibir el olor y los colores que solo había visto y leído en libros, que maravilloso es esto, no puedo creer que en serio vaya a desafiar así a mi padre, no puedo creer que lo haré.
Titubeante me sumergi en el portal y lo que me encontré al otro lado me dejo sin palabras.

Oh por los ángeles, esto es lo mas bello y hermoso que nunca había visto. !El mar! ¡La playa!

Estoy en el mundo de los mortales.

Selenia. La hija del malDonde viven las historias. Descúbrelo ahora