A algunas personas las llamamos huracanes. Porque son como uno. Llegan a tu vida inesperadamente, derrumban todo a su paso y no las puedes olvidar porque dejan cicatriz. Kristen Miller era un huracán. Él huracán que le abrió los ojos a Dylan. A veces necesitas una sacudida para ver que estás haciendo mal y darte cuenta que es lo que realmente te hace feliz. Y a Dylan Hoffman lo único que realmente le hacía feliz era la morena de ojos tristes que sacaba de quicio a cualquiera. Esperemos que no se le olvide decirle te quiero al huracán antes de dejarle ir.
ESTÁS LEYENDO
Se me olvido decir te quiero.
Romance❝Amar duele y vivir sin amor no conviene, por eso los amantes son masoquistas.❞