Las clases terminan por el día de hoy y Fabián no apareció en todo el día siento que el vacío se hace cada vez más grande, realmente ¿qué será lo que siento por él? ¿Sera amor o solo admiración? Las preguntas llegan a mi mente causando dolor. Muchos dicen que el amor platónico es el que más duele, ahora doy crédito a eso, realmente duele tanto.
Tomo mis cosas, las guardo dentro de mi mochila; me dirijo a la puerta con pesadez, había deseado que el día no terminara así. Tomo mi móvil para verificar la hora, el transporte escolar saldrá en muy poco tiempo, me apresuro recorro los pasillos para ir al estacionamiento. El camión se ha ido tendré que caminar a casa. Camino a la saluda del campus, el sol arde frente a mi cara, encuentro el jeep azul oscuro de Fabián mi corazón late fuerte y me pongo nerviosa sin razón. Él está aquí pero dónde? Aun no termino la frase mental cuando toca mi hombro izquierdo volteo para verlo, reconocería su olor aun en medio de un campo de flores.
— ¿necesitas en que irte?— asiento con la cabeza sin saber que decir — vamos — el abre la puerta del copiloto me deslizo dentro del auto con cómodos cubierto de piel muy elegante
— mmm...— dudo en preguntarle pero me interrumpe diciendo
— ¿tu igual crees que fui yo?— toma una profunda respiración y empieza a salir del estacionamiento
— ¿De qué me hablas? — Es la clásica conversación de preguntas —enserio dime este silencio me está matando— Vuelve a respirar como si estuviera arto
— De lo que dijo hoy la profa en clase — sacude su cabeza como toro embravecido— todos me culpan de su muerte, ella lo decidió, el suicidio no era la solución
— ¿Cómo? No lo sabía—volteo para verlo en señal de que es cierto—no es culpa tuya, soy diferente a los demás, no te critico solo te...
— Yo tampoco soy normal, nadie lo entendería—acelera bruscamente, leo las señales preventivas de curvas siento como el corazón se sacude con cada cambio brusco vamos a exceso de velocidad.
— ¿qué tratas de hacer?, ¡detente ya! — trato de moverlo para que reaccione pero es inútil, mantiene la mirada perdida.
Estamos en unos cañascos, zona pedregosa con las raíces de encinos asomándose, aseguro bien mi cinturón de seguridad, ciento que será mi fin.
Sigue conduciendo por la autopista zigzagueando y rebasando los carros con tanto recelo temo por mi vida no entiendo porque está haciendo esto, como si fuera a acabar con su vida ¿pero yo que tengo que ver con esto?
La mirada fija y el silencio mata mi alma desmoronándola en pequeños pedazos de mí, siempre he querido estar con él aunque sea un momento pero no de esta forma cuando mi vida pende de un hilo he puesto mi esperanza en Dios si es que existe, siempre he dudado de ello pero siento tan real que mi hora a llegado
De repente voltea para verme, por intuición puedo saber que ve mi cara de horror y temor todo esto al mismo momento, empieza a desacelerar y se orilla para estacionarse en un lugar cercano, estamos a pocos kilómetros de un parque turístico me marca mi madre que espera a que llegue, solo que dejo que vibre el teléfono, no creo tener voz aun para poder contestar.
Se detiene el coche en el estacionamiento del parque, voltea para verme trata de tomar mis manos pero las bajo rápidamente de mi regazo, ve su celular para verificar la hora
— es tarde, te necesito llevar a casa— vuelve a encender el carro verifica por el espejo retrovisor de que no choque con algo, va de reversa cuando se escucha un sonido estrepitoso, no había nada yo misma lo verifique, Apaga el carro y baja para verificar que ha pasado.
— Espera aquí, no te muevas— pone su cara seria y asustada que nunca había visto, son pocas cosas que lo asustan pero su rostro refleja el miedo más profundo que pueda tener a algo o alguien.
— ok, no creo que pueda ir a algún lugar— Trato de disfrazar mi miedo con una sonrisa falsa
Baja recorre la parte de a tras tarda un tiempo, no lo veo por ningún lado, simplemente desaparición o camino muy rápido que le perdí la seña de donde se dirigía, me impacienta esperar pero tomo valor de salir del auto para echar un vistazo, me dirijo a la parte de atrás, pero nada voy hacia los arboles guiados por el camino, saco mi celular para devolver la llamada de mamá pero no hay señal doy la vuelta para regresar pero alguien toca mi hombro derecho siento un escalofrío que recorre toda mi espina dorsal.
— Oh perdón te asuste— casi grito, pero mi cerebro reacciona de distinta forma cuando me asusto, simplemente me quedo inmóvil
— No hagas eso — le doy un ligero empujón cuando me descongelo.
— Tu tampoco debiste de salir — dando un empujón de regreso — Ok ok Debemos irnos
Nos dirigimos a el auto coloco que cinturón de seguridad, arranca el coche y nos dirigimos a casa en silencio, espero que mi madre no esté tan preocupada, hoy fue el mejor día bueno no del todo casi muero, me he quedado petrificada de un susto pero todo esto con Fabián.