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Vuelvo a recuperar mi respiración y suspiro. Me dispongo a hablar.
- Yo...- El corazón me late cada vez más rápido, sintiéndolo en la garganta.
- ¿Aitor?- contesta.
Se me pone la piel de gallina al escuchar que pronuncia mi nombre.
- Ss.. Si, soy yo- consigo decir.
Cuelga el interfono.

- Estoy bien, si, lo estoy. Era de esperar- me digo a mi mismo apoyándome en la pared del portal.
Intento que mis latidos vayan a su ritmo normal y nada, mi imaginación se apodera de ellos. Mirando embobado la puerta, imagino que sale de ella. Que me mira, se acerca posicionándose delante de mi, y me besa.

Reacciono.
Cierro,
abro,
cierro,
abro,
los ojos
buscando la calma.

Me alejo de allí, demasiada cercanía, demasiados pensamientos impotentes. 

Me dirijo a mi bar, al bar de siempre. Entro y Cameron me saluda con la mirada mientras limpia cervezas, lleva treinta años trabajando aquí, se nota. 

- ¿Lo de siempre?- me pregunta soltando las cervezas y limpiándose las manos. El bar estaba lleno. 

- Lo de siempre- contesto yo suspirando y me pasa una cerveza. 

- ¿Otra vez ella? - me mira carraspeando la voz.

- Joder, ¿Tanto se nota?

- Aitor, te conozco desde que eras un enano. Cuando vienes aquí es con una tía para ligártela, o para beber mientras me cuentas tus mierdas, y he intuido que es la segunda opción ya que, vienes sin tía y has pronunciado la palabra clave; cerveza. - dice irónico limpiando la barra.

- Joder, me conoces demasiado,  a veces, me das miedo. - suena la campana que tiene Cameron encima de la puerta para enterarse cuando entra alguien. Dirijo la mirada a la puerta. Rose. 

Se acerca a la barra, se sienta en su taburete de siempre y me mira.

- Uy, el malote del barrio, ¿otro bajón?- me pregunta con su voz de pito que chirría los oídos de cualquiera. 

- Vete a la mierda bonita, no estoy de humor.- le contesto

No sé en que pensaba cuando me la tiré hace un par de años, bueno si, estaba buena y era una época de mierda pero... ¿Rose, enserio? Hasta el nombre me provoca arcadas. 

- Perdón bebé, era solo una broma - se ríe un poco y se bebe su clara de golpe. Que asco, ¿Se cree adulta o algo?

- No me llames bebé- le miro serio a sus ojos azules. Suspira y coge el móvil. 

- Perdona- susurra y rueda los ojos mirando su teléfono.

Bebo más de mi cerveza.

- No seas tan duro con ella, parece maja- me dice Cameron flojo

- Es eso, lo parece, pero creeme que no todo es lo que parece. La conozco de toda la vida y sé como es perfectamente.

- Bueno, haz lo que quieras - me contesta él.

- Vamos a dejar de hablar de mi, ¿Qué tal tú? ¿Y Melissa?

- Mel se ha ido una temporada con sus padres, a su padre le dio un infarto la semana pasada y buah... No quiero ser egoísta, pero la echo muchísimo de menos sinceramente.

- Es normal que la eches de menos, mandale recuerdos cuando la veas o habléis por teléfono- le digo y me acuerdo de su hijo- ¿Y Max? ¿Sigue siendo tan rebelde como siempre?

- Si, la verdad es que si, pero es que tiene 10 años y se entiende- se ríe- Siempre me hace los chistes de mierda que tu le enseñas cuando le ves, no tenéis remedio ninguno

Suspiro y me río un poco desde esta mañana sin hacerlo.

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⏰ Última actualización: Mar 28, 2018 ⏰

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