Capítulo único.

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"Y a rockear siempre"

Con eso último dicho, dio por terminada la grabación. Tomo la cámara con sus manos por unos instantes, y luego dirigió la mirada hacia su costado. Su acompañante parecía sostenerse el estómago, probablemente solo para transmitirle culpabilidad, cuando el le había metido un excremento de gato en su batido, algo bastante peligroso por cierto. Vaya hijo de puta.
Bueno, podríamos decir que es culpa de los dos, puesto que todas las colaboraciones que solían hacer eran precisamente para eso, joderse mutuamente. Y vaya que parecía que les encantaba. Solo los hacía ver como un par de masoquistas, o quizás algo más.

Primero "El palomo cojo", y ahora esto. Dios, parecía ya un circulo vicioso.
La voz del muchacho al lado suyo lo saco de sus pensamientos, haciéndolo voltear en su dirección.

—"¿Lo editarás de una vez?"— Preguntó el chico a su lado, de cabello corto y peinado hacia arriba y una barba prolijamente cortada. El mismo se apoyó más en la silla donde se encontraba sentado, echando la cabeza hacia atrás con pereza.

"No, que va, tío. Que aún es temprano, cuando me regrese a casa lo edito."— Suspiró Jordi Wild sin más, para luego ir poco a poco levantándose de la silla.

—"Insisto en que tu batido fue terrible, hijo de puta."— Risas salieron de la boca de AuronPlay, o bueno, ya fuera de la vista de algún lente de cámara, Raúl.
No se podría decir que "Auron" era un personaje, puesto que él nunca gusto de mostrar falsedad en ninguno de sus videos, a menos que fuese fingida a propósito. Así que si, Raúl o Auron, para Jordi daba exactamente lo mismo.

—"No, claro, y yo tengo una maldita mierda de gato en mi sistema digestivo, cabronazo."—
Las risas no se hicieron esperar, y uno que otro empujón amistoso tampoco.

Y se mantuvieron allí, disfrutando de la compañía del otro, como solían hacerlo siempre que terminaban de hacer alguna colaboración. Quizás mirándose demasiado esta vez, o estando demasiado cerca uno del otro, pero disfrutando a pesar de todo.

Queriendo acercarse aún más.

—"Por lo mientras..."—

El ojiazul no se tardó demasiado en levantarse de la silla y tomar al contrario por los hombros, acercándose a él peligrosamente, amenazando con hacer algún tipo de contacto inapropiado.
El ambiente estaba más que tenso, con un Auron totalmente apenado y con las mejillas rojas, y con un Jordi quien aunque no tanto como el, tenía un ligero rubor sobre sus mejillas morenas.

Si, ambos eran más que conscientes de aquella extraña tensión entre ambos cuando las cámaras no se encontraban grabando, y es que, bueno, no podían engañarse a sí mismos por mucho que quisieran. Ese extraño calor en el pecho no era producto de la imaginación de ninguno, y quizás aceptarlo era más difícil que cualquier otra cosa.

Aún así, ninguno parecía poner resistencia a la cercanía. Raúl estaba allí, con la espalda bien pegada al respaldo de la silla, mirando embelesado los ojos azules de Jordi, claros como dos pozos de agua. Y, por su parte, el poseedor de aquellas celestes orbes también miraba a los ojos cafés de Auron profundamente, casi pareciendo una especie de hipnosis.

No se mantuvieron así mucho tiempo, pues la distancia se cortó en un abrir y cerrar de ojos. Demasiado deprisa como para que siquiera alguno de los dos pudiera procesarlo bien.

De repente, ambos estaban uno sobre el otro, devorándose mutuamente con besos cargados de deseo y desesperación, ambas cosas al mismo tiempo.
Eran conscientes de que probablemente aquella silla no aguantaría mucho el peso de ambos, así que, a pasos torpes, se dirigieron hasta lo que Jordi supuso era el dormitorio.

Se separaron por breves instantes en los que se dispusieron a deshacerse de sus camisetas y tirarse en la cama, específicamente con Jordi sobre Raúl.
No dijeron nada, probablemente porque no tenían mucho que decir luego de todo lo ocurrido, y simplemente se dispusieron a disfrutar de la cercanía, repartiéndose besos mutuamente tanto en los labios como en otra zonas de sus rostros, como las mejillas y la frente.

Sabían perfectamente que no pasarían de aquella sesión de besos, o por lo menos, no por ahora.
Ambos querían ir despacio, quizás con cierto temor de que todo acabase de forma irreparable.
Y si, no hubo necesidad de palabras para confesar todos esos sentimientos que provocaban esa sensación de calidez en sus pechos, pues sus miradas eran más que suficiente.

Aquella forma de mirarse hablaba por sí sola, y más, cuando los sentimientos eran mutuos.

—Yo...— El ojiazul trató de hablar, pero fue interrumpido por Raúl, quien posicionó uno de sus dedos sobre sus labios suavemente.

—Shh. Sabes que no tienes que decir nada, yo...ya lo sé. Y si, yo también me siento igual. Solo espero que no temas a la crítica, porque, bueno, ya sabes cómo son estos asuntos.—

El corazón de Jordi dio un vuelco, buscándole la vuelta a las palabras del contrario, tratando de detectar el rechazo, pero...no, no lo halló.
No había sido rechazado, y eso lo hacía más que feliz.

Las sonrisas no tardaron en mostrarse, y ligeramente rieron al unísono, sin quitarse la mirada de encima, queriendo inmortalizar aquel momento, disfrutar de la calidez que les proporcionada tal cercanía, y también...

Que esa tarde no terminase nunca.

The end.






N: Es bastante cortito, pero fue para lo que me dio, ay.

By your side. [JordiPlay/AuronWild - ONESHOT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora