Capítulo único

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Siempre se ha dicho que el primer amor no se olvida, que es eterno y que si vuelves a ver a esa persona, todos esos sentimientos que habías tratado de refugiar en tu corazón, despertarían.

Eso era algo que Oh Sehun conocía bien, su primer amor, Xiao Luhan, fue. . . Fue indescriptible, él era solo un crío cuando cayó de lleno en las garras del romance, todo por culpa de ese chino, que le hacía sentir cosas que nadie más había logrado conseguir en esos diecisiete años de vida que habían pasado. El temor a confesarse fue desgarrador, pues tenía miedo, miedo de deteriorar su amistad con el mayor, miedo a que las cosas en su grupo fuera incómodas, miedo a perderle.

Pero tal vez la suerte estaba de su lado, tal vez el destino había escuchado sus patéticas súplicas, jamás lo sabría.

Una noche, tras acabar los ensayos, fue llamado por el mayor, y fue entonces cuando escuchó esas palabras que nunca olvidaría.

"Te quiero, Sehun. Por favor, sal conmigo, sé que me correspondes".

Recuerda que en ese entonces se puso extremadamente rojo, porque la vergüenza de haber sido descubierto fue tremenda. Mas en su rostro había una amplia sonrisa, sonrisa que denotaba cuán feliz estaba por lo escuchado. Las palabras no fueron capaces de salir de su boca, por lo que solamente pudo asentir y dejarse perder en la dulce sensación que le proporcionaban los labios ajenos sobre los suyos, que eran tan inexpertos en ese entonces.

Desde ese momento, todo para él se volvió mágico, incluso si tenían que mantener su relación en secreto, incluso si tenían sus peleas de vez en cuando, porque él le amaba, y se sentía amado.

Aún así, las cosas nunca son como uno espera, y el destino, que tan amable había sido, en realidad era un hijo de puta.

2014, ese año donde su grupo se fue a la mierda, donde todas esas promesas hechas en año nuevo se rompieron, llegó. Y ya no solo las promesas hechas como banda, no. Las promesas hechas como pareja también se rompieron, de una forma muy dolorosa. Palabras que jamás olvidaría le acechaban de vez en cuando en la oscuridad de la noche, y el recuerdo de un beso amargo y bañado en lágrimas hacía que le picasen tanto los labios como los ojos.

"Lo siento, Sehun, no puedo continuar así. Te amo, sí, pero esconder esto es demasiado doloroso, y no me veo capaz de mantener además una relación a distancia. De verdad que lo siento, por favor, no me olvides nunca".

En ese momento, todo su mundo se rompió en pedazos, como si de una copa de cristal al caer al suelo se tratase, así de frágil era. Aún así, forzó una sonrisa, prohibió a sus lágrimas caer, y se encargó de dar abrazos y consolar a su hyungs, que estaban dolidos por la partida de sus compañeros, porque era el maknae, y su deber era apoyar a sus mayores en todo momento, aunque fuese por encima de su felicidad.

De todos modos, hubo alguien a quien no consiguió engañar, Byun Baekhyun, le fue imposible evadir esas miradas de sospecha, hasta que prácticamente se vio acorralado entre el menudo cuerpo del chico y la pared. Sin escapatoria. O tal vez sí la tenía, pero estaba tan perdido que simplemente la ignoró y se derrumbó. Lloró todo lo que no había llorado, le contó todo lo que se había guardado durante tanto tiempo, ese amor efímero que había tenido con el chino, esa despedida incluso más efímera y todo ese dolor que cargaba su corazón y que le asfixiaba en la oscuridad de la noche, cuando no había nadie para ayudarle.

El otro le escuchó, su rostro se mantuvo impasible, y no fue hasta que sus rodillas fallaron y le hicieron caer, que unos brazos le rodearon y unieron en un abrazo. No recuerda cuánto tiempo estuvieron así, pero sí que recuerda, que cuando ya estuvo calmado y trató de levantarse, cayó de nuevo porque sus piernas se habían dormido. También recuerda que entonces rió, rió de verdad, con sinceridad, como tanto llevaba sin hacer.

Maknae {Oh Sehun}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora