II

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Entonces despertó. En medió de la carretera,con la vista borrosa a causa del polvo,y la gabardina rota debido a lo que parecía la caída. Se incorporó con lentitud,a pesar de ser un ángel y no sentir dolor,su recipiente dolía. Al igual que un viejo zapato duele cuando es un numero mas pequeño que el tienes actualmente.

Conforme miraba alrededor,las dudas en su mente se arremolinaban como la marea,que sube y baja revolviendo todo a su paso. Y entre mas pensaba menos comprendía como termino ahí,lo ultimo que recuerda es alguien atrapándolo con un sello que nunca había visto,luego solo la oscuridad y finalmente la nada.

Sacudiéndose el polvo de la ropa,extendió sus alas,y alzando el vuelo se alejo del lugar. Sin darse cuenta que estaba siendo observado desde las sombras. Todo el tiempo estuvieron observando.

El numero al que usted marco no esta disponible. Intente mas tarde.

— Mierda. — Dijo chasqueando la lengua,molesto guardo el celular en el bolsillo del saco. Habían llegado a ese pueblucho alejado de la mano de Dios,alrededor de dos horas atrás,y colocándose sus trajes junto con las placas falsas,tanto el como Sam habían ido a mirar los cadáveres.

Mas la preocupación por el ángel había sido mas grande que el caso,con la cabeza hecha un lío decidió ir al baño a refrescarse,dejando a Sam cerca de los fríos cadáveres. Estuvo todo el camino intentando auto convencerse de que todo estaba bien,que nada había pasado,pero había una molesta voz en su cabeza que le decía que algo no cuadraba,que debía marcarle a Castiel.

Era la décima vez que intentaba comunicarse con el sin éxito alguno.

— Mierda,Cass. ¿Donde demonios estas? — pregunto mirando al espejo,su reflejo le devolvió la morada,sus finos labios estaban abiertos de todas las ocasiones en los que los mordió de camino aquí debido a los nervios. Sus ojos reflejan la mas pura desesperación,y estos brillaron momentos antes de que su puño se estrellera rompiendo en pedazos el cristal. El vidrio voló por los aires,unos cayeron al piso rompiéndose debido a la caída en fragmentos mas pequeños; otros quedaron incrustados en sus nudillos haciéndolos sangrar; y otros cortaron sus mejillas al pasar volando cerca de su rostro.

<<Castiel>>. Llamo mientras se pasaba la mano sangrada por el pelo,el liquido rojo espeso y caliente bajaba por las heridas,con la mano izquierda Dean se quito los vidrios mas grandes,dejando solo los pequeños confiado en que "mamá Sammy" se encargara de curarlo después. << Castiel,aparece>>. Nada. Cerro los ojos,intentando concentrarse en el recuerdo mas fresco que tenia sobre Castiel. <<Cass,por favor,regresa. El caso va mal y no tenemos ninguna idea. Te necesitamos,yo te necesito.>> Y abrió los ojos,esperando encontrar a su amigo alado. Mas la decepción que lo embargo al darse cuenta que no estaba,fue igual de amarga que cuando no pudo salvar a Charlie de aquellos matones. La muerte de Charlie aun ronda por su memoria,sus ojos abiertos,mirándole desde la bañera sin vida. Sus pálidas mejillas antes rosadas,lo torturaban de formas inimaginables. Y su pequeño y delgado cuerpo frío, cubierto de sangre y con el estomago rajado,aparece de vez en sus pesadillas,despertándolo sudando copiosamente,haciendo que un estremecimiento recorra su espina dorsal hasta su nuca. Entonces Castiel aparece y la pesadilla acaba.

Castiel es el único que ha podido espantar los demonios de Dean,cuando estos no han parado de torturarlo en mucho tiempo. El repiqueteo de unos nudillos contra la puerta lo hacen volver a la realidad.

— Dean. ¿Estas bien? — La voz preocupada de Sam,suena desde el otro lado de la puerta. Dean instintivamente toma su mano ensangrentada y poniéndola bajo el chorro de agua fría,le limpia la sangre que ha dejado de escurrir y se ha secado.

—Iré en un segundo.

Oye como Sam susurra un <<esta bien>>,mientras se aleja de la puerta,entonces vuelve a hacer el pequeño hueco con sus manos y deja que se llene de agua,para después mojarse la cara con ella. Repite la misma acción dos veces,para después secarse el rostro con papel que había cerca. Mirando por ultima vez su rostro a través del espejo roto,Dean sale del baño con las manos en los bolsillos. Camina hacia su preciado impala,dándose cuenta de que Sam ya esta en el. 

first rule of a hunter: duty before loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora