Amor De Primaria (Jungkook)

Parte 19

[...]

Después de tres días de incansables visitas de mis hermanos desde seul y ni idea del paradero de mi padre, mi oído se sentía un poco mejor, pero aún no escuchaba.

La enfermera ya me había dicho mi discapacidad: hipoacusia neurosensorial, que es literalmente que mis nervios auditivos izquierdos no sirven del todo, y es permanente, además de un severo caso de tinnitus, que es literalmente que mi oído percibe sonidos o siseos fuertes despues de un momento de estrés o fuertes ruidos externos.

No hay solucion, ni tratamientos, pero por suerte es sólo en mi oído izquierdo, así que aún podré escuchar música con mi derecho y el auricular izquierdo me ayudará a calmar el zumbido de la tinnitus.

- hola...- dijo alguien en la puerta - es muy tarde para venir?

- hola...Jin - dije - noticias nuevas?

- nada que te sorprenda más de lo me sorprendió - dijo el

- jaja, está bien - dije - y que te trae por aqui?

- todos nos dimos cuenta de lo que te paso y queríamos saber como estabas - dijo el

- ah, ya entiendo - dije - gracias por interesarse en mi, pero no creo que sea necesario -

- ammm, ok...- dijo - toma, te compramos un regalo

Recibí el regalo, y lo abri, era algo así como un collar, de corazón, aún sin imagenes...y sólo dos espacios...

Jin se despidió y se fue, y ahora que lo pienso, Jungkook ha sido prácticamente el único que no ha venido, nunca volví a hablar con el desde que acabamos el trabajo de música, hace ya 5 años, intentó hablarme en mi cumpleaños, pero no he tenido ganas de hablar con el desde que se unió al grupo de fútbol, se que sólo lo hacía por popularidad, y porque había una chica que lo tenía loco en ese grupo, una porrista. Hombres. Hormonas.

Se que no tengo nada que ver ahi, pero me molesta que después de todo lo que yo intentaba hacer por el, el sólo me abandonara.

[...]

Después de una semana (más) en el hospital, y de haber recibido llamadas y mensajes de todo el mundo, me empezaba a preocupar mi padre, de un momento a otro empecé a sentir que nada encajaba, es decir, nadie había hablado de mi padre e incluso no me decían como estaba el, es decir, ahora mismo no lo amo, pero tampoco lo odio.

Vi unas enfermeras y un doctor correr por el pasillo, y me propuse a salir, tenía curiosidad y un poco de miedo por las caras de todos.

Cuando abrí la puerta una enfermera me miro e intentó alejarme de la escena pero lo único que logró fue que la entendiera por completo.

Sólo quería verlo, una vez más, así que cuando lo pasaron por mi lado destape su cara y la pude ver una vez más, una última vez mas.

Estaba mucho más golpeado que yo, su labio estaba totalmente hinchado, se veía como si sintiera mucho dolor, pero irónicamente estaba tranquilo.

...y ni una lágrima salió de mis ojos...no necesitaba llorar...no quería llorar...no podía...llorar...

Mamá no supo de esto, fuimos al funeral y me convertí en la psicóloga de mis hermanos, pues fui la única que pudo resistirlo al menos un poco...solo un poco...

Mi infancia se había acabado desde que tuve que ver a mi familia desmoronarse de esa manera, pero mi vida no se acabaría, no por esto...mis hermanos no lo merecían, mi madre no lo merecia, mi padre no lo merecía, aunque yo tampoco merecía esto...

Volví a la escuela despues del funeral, mis heridas en la cara estaban casi sanas por completo, mis zumbidos mejorarían con mis audifonos, y tengo permiso de escuchar música en la escuela cuando me plazca, genial.