Tsuna
El recorrido iba de maravilla, era un lugar espléndido lleno de colores, formas y olores, si mi antiguo hogar era una mansión esto era un Palacio. Me mostraron los candelabros que colgaban del salón principal con decoraciones florales, las habitaciones eran espaciosas y todas de diferentes tonos ninguna igual a la pasada, en la cocina los olores peleaban por el primer lugar y apesar de que ahí se fabrican los alimento, estaba completamente reluciente.
Quede maravillado con cada rincón, aunque me omitieron una habitación que por supuesto, note que no había sido un acidente. Pero mis pensamientos fueron reprimidos por lo que mis ojos observaban. El jardín brillaba con todo su resplandor, las ligeras gotas de rocio que cubrian los pétalos de las flores, árboles repletos de frutos que a simple vista sé veían deliciosos y maduros, una fuente enorme, en otros espacios pequeñas, podía respirar los colores, suena tonto, pero eso persivi. Estaba tan distraído en el lugar pero una pequeña ave llamó mi atención, extendi mi mano recibiendola en mi Palma, era pequeña, empezó a volar estirando la manga de mí camisa, yo sólo la seguí. En el camino empezó a cantar una extaña canción; en cuanto más nos acercabamos lograba escuchar una voz masculina repitiendo la misma acción que el ave. Sin más llegamos al lugar.Para mi sorpresa estaba ahí la persona que buscaba, pero no sólo eso me impactó, tenía bocadillos como panecillos, macarons, copas con dulces, y frutilla. En la mesa debajo de un arco de flores, están un té verde hecho recientemente ya que aún se notaba como danzaban las bailarinas. Y en el suelo, no podía creer tal tesoro, eran pilas y pilas de libros, todos de diferentes tamaños, temas y colores. Nunca nadien había hecho eso por mi, sentí como una lágrima traicionera resbalaba de mi mejilla, no había palabras para describir como revoloteaba mi corazón, era una faceta de kyoya que no creí apreciar tan pronto.
El azabache al terminar su cantar, se puso de pié colocándose enfrente de mi, tomó mi mano y me guió hasta la mesa. Como todo un caballero me abrió la silla y tomé asiento. Mis intentos por producir una palabra eran en vano, ese hombre con mirada de plata había logrado enamorarme más de lo que pude imaginar. Mi llanto no sesaba, pequeñas cataratas se formaban y cada gota de ellas era de felicidad pura.
-Bienvenido mi tsunayoshi, al fin estas en casa.-
Esa frase fue más que sufiente para abalanzarme sobre mi pareja y no soltarlo. Agradecí tantos años de sufrimiento y soledad, por haberme ayudado a llegar a este gran momento de felicidad. Acerqué mis labios a mi Romeo, y lo bese con dulzura, eran pequeños roces inocentes. Separe mis labios para poder intentar hablar.
-Estoy en casa.
Después de toda una tarde llena de atenciones de mi Alfa, caía la noche, los colores cálidos se tornaban fríos en el cielo, kyoya tomaba mi mano y me guiaba, me dijo que había preparado otra sorpresa. Nos adentrabamosmás en ese jardín sin fondo, al subir un pequeño puente, en el agua debajo de nosotros se reflejaban las estrellas, las luciérnagas se hacían presentes en todo el lugar.
-Ya casi llegamos tsuna- la voz suave y ronca de mi acompañante era música, talvez mi canción favorita.
A lo lejos se encontraba flotando en agua un lugar como un pequeño invernadero al aire libre. Al llegar kyoya me sorprendió. Era maravilloso, tan romántico.Tomé asiento, miré el aperitivo, un plato de fresas cubiertas de chocolate, kyoya tomó una en sus manos y lo colocó en mi boca, era suave, jugosa, su acidez y lo dulce del chocolate ponía a bailar a mi paladar. Mientras masticaba mi bocado le ofrecí un poco a mi amado, pero este se nego, se puso de pié y junto nuestros labios en un beso erótico, estaba muriendo, era tan dulce esa unión de bocas, a separó lentamente, mi respiración era entrecortada, mi cara y cuepo ardían, era un momento que nunca olvidaría.
-Tsuna, no olvides que eres mio- me perdí en su mirada y su voz, tenía una respuesta inmediata a su frase, no lograba articularla.
-Kyoya yo....- no logre terminar, en ese momento se escuchó a lo lejos una fuerte explosión, era acompañada de una gran nube de humo, era proviniente de la mansión, que había pasado, por que, intentaba reprimir a mi Omega interior, pero no lo logre, comenze a temblar imaginandome lo peor, kyoya no perdió tiempo me envolvió en sus brazos y desprendió su aroma logrando calmarme. Había funcionado, aún tenía miedo, pero ahora podía pensar.
-Volvamos .....///////////
Estábamos corriendo devuelta por el sendero, lo más rápido posible, sólo rogaba que la gente estuviera intacta, tropecé por falta de concentración, mi tobillo dolia, hibari no perdió tiempo y me cargó el resto del camino. Al llegar el fuego era generado de la cocina, Gokudera y yamamoto junto con otras personas, ayudaba a evacuar y apagar el fuego.
Hibari me bajo en ese momento, estaba confundido.
-Kyoya que pasa?- mi voz temblaba no era firme.
- No te pondré en peligro
-¿QUÉ?¡¡ No es momento para eso quiero ayudar porfavor- lo tomé de la camisa, no lo quería soltar.
- Estas herido, de que sirve que vayas si no puedes ponerte de pie- su voz era desesperada, en ella notaba que su intención era clara, dejarme lejos del asunto. Kyoya salió corriendo dejandome en el suelo. Gritaba pero no giraba a mi dirección. Con determinación me puse de pie, logre avanzar unos centímetros para luego volver a caer.
No me había rendido, no aún... volví a intentar, pero algo me detuvo tomando mi mano cubriendome los ojos, un susurro casi inaudible se escuchó en mis oídos.-Tu vienes conmigo......
Dejaré el capítulo y me iré :3
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Tu mi Romeo, y yo tu Julieta. [EDITADA]
RomanceUn dulce y hermoso omega castaño el cual tuvo una infancia solitaria debido a la ausencia y falta de atención de sus padres, creció sólo con el anelo de ver el mundo exterior y conocer al amor de su vida. Una noche un misterioso alfa azabache entra...