En busca de el amor

Era un día algo lluvioso, el viento soplaba tan fuerte que veía a las mujeres tomar bien sus faldas, de otra manera se le verían los calzoncillos, bueno y entre tanta gente, ahí estaba Max

Max era el chavo superficial, algo distraído, muy amable con las personas, con muchas ganas de luchar por tener un buen futuro. Era su primer día de clases en la preparatoria "Educar es nuestro deber" del estado de Barcelona, España. No temía de nada, ya que aparte de todo, era una persona intelectual que sabía lo que quería, no tenia de que preocuparse.

Llego al salón, tocó y con educación dijo:

-Buenas tardes profesor ¿me permite pasar?

-¿Por qué a esta hora?

Ese era el peor profesor que alguien pudo tener, era una persona tan déspota, sin embargo era bueno en cuestión de enseñanza.

- Lo siento, el tren tuvo un percance y estuvo parado 10 minutos.

- Ok, solo porque es el primer día de clases, espero y no se vuelva a repetir.

- Muchas gracias. No volverá a pasar.

Max como cualquier estudiante nuevo se acomodó en su mesa la cual estaba algo rallada por las personas que ya habían estado ahí sentadas, no miro a nadie, pues tenía miedo que alguien pudiera hacerle algún tipo de burla por su voz no tan masculina y su forma de ser.

-¿Charly puedo pasar?

Max miró de reojo y logro distinguir una cabellera negra, ojos enormes, una hermosa sonrisa y un cuerpo algo atlético.

-Está bien hijo... pasa

En verdad era algo confuso, ¿Por qué él le habría dicho Charly, en vez de profesor?, bueno eso no importaba mucho, ¿por qué no le regaño como a Max? ¿Quién es ese misterioso compañero? ¿Por qué todos sonrieron al verlo? Eran un sinfín de preguntas. De repente...

-¿puedo sentarme?

Todo se volvió tan silencioso para Max, aún seguía haciéndose preguntas en la cabeza, se quedó pasmado.

-HOLA!! ¿Puedo sentarme?

Volvió a preguntar pero ya con un tomo más alto.

De repente Max reacciono y con la cara penosa, contesto.

-Claro siéntate, lo siento, estaba pensando muchas cosas que me han pasado.

-Está bien.

Max sintió que no le tomo importancia para mucha explicación que él le dio. Pero pues eso dejo de impórtale.

Como ya saben, este es un nivel más alto, nada es como en la secundaria, aquí quien manda soy yo, quien pone las reglas soy yo y quien decide quien se va y quien se queda soy yo. ¿Están de acuerdo?...

todos acertaron haciendo un movimiento con su cabeza hacia arriba y hacia abajo.

-Soy Octavio

Max no lo podía creer, el chavo con el cabello más hermoso que podía haber visto, con esa sonrisa tan hermosa que se notaba de mejilla a mejilla, que acababa de llegar se estaba presentando con él. Era momento de hacer lo mismo, en la forma más amable y educada que él tenía.

-Soy Max

-Mucho gusto Max

-Mucho gusto Octavio

Pasó algo de tiempo, los cuales solo se la pasaron hablando de lo aburrida que era la clase, pero Max aún seguía con esa duda, ¿Quién era él realmente?