Llegaste a mi vida hace cinco años.
Para ti será poco, pero para mi son como siglos.
Eres la luna y yo el sol.
Cliché, lo sé.
Pero tiene una razón.
El sol.
Brillante pero solitario.
Nadie lo puede tocar porque se encendería en llamas.
Sentimental y valioso.
La luna.
Despampanante a donde quiera que vaya.
Está rodeada de muchas estrellas, que son sus compañeras.
Muy popular en las noches, donde más destaca.
Y sobretodo, muy honesta y gran confidente.
Y si te lo preguntas, ahí es donde te daré todo el significado.
Si el sol falta, ¿quien tendrá la labor de que los días brillen?
Si la luna falta, ¿quien tendrá la labor de acompañarnos en las noches?
Y así somos tú y yo.
Si una falta, ¿donde quedaría la felicidad?
