Julia y Ron no son Julieta y Romeo.

6 0 0
                                    


Romeo y Julieta se había convertido en el libro más odiado para Julia y es que ella se sentía defraudada con Shakespeare por crear a un hombre tan adorable como era Romeo, y tan bipolar por qué, ¿ nadie se había dado cuenta que el Montesco estaba enamorado de otra al principio de la obra? era por tanto Julieta su segundo plato o así lo sentía Julia cada vez que leía la dichosa historia de amor. Se metía tanto en el papel de la pobre Julieta, enamorada desde el primer vistazo del tonto de Romeo que acababa enamorándose ella misma una y otra vez del amante ficticio de la obra, lloraba con su muerte y todo el llanto se le pasaba al volver a leer el maldito libro acordándose en el principio de que él quería a otra antes que a la hermosa Capuleto.

Con los años fue poco a poco comprendiendo que Shakespeare, obviamente, no reescribiría la obra y que las adaptaciones que hicieran de ella no cambiarían el sentido que el autor le dio desde el principio para darle el gusto a su persona, así que tan descorazonada se sintió ante el amor ficticio de su cuento de cada noche que convirtió a todo los chicos en unos romeos, todos para ella eran el Romeo del principio del libro, amando desconsoladamente a Rosalina para cambiarla de la noche a la mañana por Julieta. Ella se impuso el papel de perdedora antes de que nadie se lo diera (no quería acabar siendo segundo plato de nadie), boicoteando desde el principio sus cortas relaciones con los chicos. Con el tiempo no le supuso ningún problema y se acostumbró a la idea de que, para ella,  Romeo no era solo el del libro sino todos los chicos que tenían intención de tener un romance con ella. De esta forma fue eludiendo el compromiso directo o indirecto con todo ser masculino de su alrededor.

Por otro lado estaba Romeo, Ron para todo aquel que lo conociera. El chico era bastante sencillo con esto del amor, todo aquello que estuviera cerca de esas cuatro letras unidas significaba huir cuanto antes. Sus relaciones con chicas desde que era pequeño se habían basado en encuentros esporádicos con aquellas que lo veían como una sexy y peligrosa bomba de relojería, él por otro lado no era ningún artefacto mecánico construido para hacer daño sino que su fachada había sido pintada con el tono de "No acercarse puedo morder" pero ni mordía, ni explotaba aunque ese dato era mejor que la gente no lo supiera. Las apariencias engañan, y Ron era el perfecto sujeto viviente que confirmaba ese dicho. Por fuera cara de fiera que enseña los dientes cada vez que tiene oportunidad, siempre cara de pocos amigos y expresiones de desdén. Por dentro un chico con un mundo tan interior que si todos pudieran observarlo morirían ante la sensibilidad que dentro albergaba, y es que al igual que muchos animales aprendió desde pequeño a amar a base de mordidas y es que si te enseñan a morder, no te enseñan a besar, y desgraciadamente, el ser humano solo aprende lo que se le enseña.

Julia había aprendido a amar con besos y abrazos, pero de pequeña leyó el libro equivocado y se obsesionó con la idea de que sería un segundo plato.

Ron por su lado nunca fue educado para amar a los demás, sino para pelear con ellos, aunque dentro de él su mundo estuviera a punto de explotar ante el amor que quería regalar.

Ni uno ni otro se conocían, ni uno ni otro se habían enamorado, pero los dos dejarían de lado su yo actual para dar paso a una versión mejorada de ellos, obra única que el amor podía dar.

Shakespeare no estará vivo pero el mismo se daría cuenta que Romeo y Julieta no fueron los únicos amantes enamorados que tuvieron que luchar.

Romeo es un ladrón.Where stories live. Discover now