Mi hija menor es psicopedagoga y me había invitado a una conferencia sobre el complejo de Edipo (en la Biblioteca Nacional erigida en el lugar donde murió Eva Perón) al que se lo analizaría desde diversas perspectivas. Acaba de ser madre he imagino quería indagar mas sobre las relaciones que se entablan con el hijo. Su vocación por la lectura es natural y tiene una mente muy bien estructurada para racionalizar lo oque se propone
La conferencia tenía como puntos de referencia a Freud, Lacan, Jung, Deleuze y Guattari. No soy psicoanalista y mi acercamiento a las obras de tales autores no ha sido del estudioso sino el de un entusiasta que quiere entender su impacto en la sociedad. Lo último que he leído ha sido la obra de Gilles Deleuze y Félix Guattari "El anti Edipo" ya que me llamó la atención que se lo analizara con estructuras del pensamiento marxistas colocándole en la superestructura (el poder y las instituciones políticas que lo ejercen, así como las formas de la conciencia social: moral, ciencia, ...)
Viendo lo escrito me doy cuenta de una curiosa trayectoria; el edipo peneano de Freud, el edipo fálico (ideal en el sentido platónico) de Lacan que se sitúa allí donde el sujeto percibe placer y el edipo (deseo) como característica de la superestructura de Deleuze y Guattari donde hay máquinas que producen deseo (sic) y el deseo en el ser humano no es generado por la psiquis sino por aspectos puntuales que conectan al sujeto con el objeto del deseo. Succionar el pecho, succionar un dedo, caricias sobre zonas concretas, etc. etc .
De Jung diré que mi acercamiento fue por pasión sobre el "Ulyses" de James Joyce, de la que él escribiera un muy breve ensayo "Quién es Ulyses", amarga queja inicial y rendida admiración al final.
A lo dicho agrego que la atracción sobre este discípulo de Freud venía de la mano por el análisis que hiciera de la obra de Nietzsche uno de mis filósofos favoritos, paso obligado de los pensadores modernos y posmodernos. Un escalón que dejara como otro escalón a la visión Helénica (Socrática-Platónica-Aristotélica) de la filosofía. Me considero de esta un estudioso pero debo ser sincero pues solo la transito en el nivel del puro placer que en modo alguno implica comprender la cabal dimensión lo leído.
Retomando la psicología, Jung directamente no lo categorizó de modo distinto al de su maestro sino que puso su mirada en el complejo de Electra que espeja en las mujeres el complejo de Edipo. El mencionar el nombre de estos complejos me produjo una superficial inmersión en la obra de Sófocles o Séneca de donde se sacaran los nombres de aquéllos pero estas reflexiones por ahora las dejo al margen.
Estábamos en primavera, un día ventoso y las alergias crónicas que me aquejan hacían su festival. La febrícula pasaba a fiebre con lo que analgésicos anti febriles terminaron de arruinar mi posibilidad de una aguda comprensión de lo que se iba a escuchar. La acidez péptica hizo su aparición y es harto sabida la directa relación que existe entre el estómago y la capacidad de concentración.
Como sea, entre lo ha ratos escuchado y a saltos entendido mas algunas notas borroneadas, no daba para que dijera haber aprovechado los muchos conocimientos del disertante. Por suerte, en el camino de regreso (la noche devino espléndida y daba para una caminata) mi hija con su entusiasmo y brillante inteligencia me hizo comprender que de lo que se trataba era de enfocar al Edipo como una relación de poder en donde el sumiso era siempre el hijo, sea por el temor a la castración en la competencia con el padre, sea porque la noción lacaniana no lo circunscribía al órgano sexual sino idealmente a todo el cuerpo o porque en definitiva ubicado en la superestructura ese poder se hacía notorio.
Recordando las tragedias escritas sobre el mito En la obra de Séneca, Edipo se arranca los ojos con la espada con la que luego se suicidará Yocasta. En la de Sófocles, Yocasta se suicida primero, y Edipo se arranca los ojos con el broche de oro del vestido de ésta. Por encima de lo leído, tengo la memoria de la hermosa película de Pier Paolo Pasolini
Edipo y su madre Yocasta claramente tienen una relación de poder, según sea la obra, el uno provee el arma con lo que la madre se mata, previo a quedar ciego y por lo tanto inerte ante cualquier destino, o bien Yocasta muerta le provee el elemento para la ceguera de Edipo. Me dije mientras tomaba un te (descongestivo para variar) y me preparaba para dormir, que en esencia ya en las tragedias escritas por Sófocles o Séneca, esa vinculación de poder era evidente. Con ese pensamiento me despedí de mi hija y enfilé a mi piso de soltero.
La caminata me había hecho transpirar algo e imagino que eso hizo que me bajara un poco la fiebre. Claro que al llegar a mi departamento, la brisa nocturna operando sobre la transpiración o el cuerpo caliente fue una invitación para que el malestar general volviera, los ojos hinchados, el moco continuo, la garganta con carraspera y los pruritos que por la alergia se me presentan generalmente en la ingle. No superé la etapa peneana, fálica o como quieran decirle los psicólogos me dije con auto sorna, pero nada contribuyó a ponerme de buen humor,
ESTÁS LEYENDO
El complejo de Edipo
General FictionEra el comienzo de la primavera y mis alergias crónicas me habían atacado con furia. La fiebre hacía su juego subiendo y bajando al compás que descomponía mi estómago con analgésicos anti febriles. Hacía mucho que no veía a mi hija menor, es psicope...