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Capítulo 2.

Desperté de un golpe, tranquilo que aún estaba en mi cama, miré el reloj de mi celular '5:30' aún tengo una hora para descansar, pero no podía o quería hacerlo.

Baje las escaleras esperando encontrar a mis padres, verlos al menos una vez antes de ir a estudiar, solo encontré una nota pegada al refrigerador que decía:

"Tuvimos una emergencia en el trabajo, esperamos que empieces bien tu día en especial porque es tu natalicio. Asegúrate de desayunar.
Con amor Mamá & Papá."

Pensé en voz alta- ¿Quién dice natalicio? Que asco de cumpleaños...

Luego de un rato camine hacia la puerta y salí a mi parada diaria. La casa de Ivy.

Fue ese el momento en que la vi salir, sus enormes ojos verdes iluminaban todo, el ondear de sus cabellos color cobre guiaban el sentido de la brisa. Le sonreí, no se si a ella o a sus bellos ojos verdes.

El tiempo corría tan lento que creí estar ahí una eternidad. Hasta que con un golpe de puño en mi brazo me sacó del trance. Y ella dijo...

-¿Cómo esta el cumpleañero?

-Verdaderamente deseoso de que termine el día. -Respondí de una manera escueta.

Caminábamos a la par en dirección a la escuela. El mismo recorrido de siempre, pero esta vez se sentía distinto. me sentía ansioso, quería decirle a Ivy sobre mi sueño, para que me calmara como solo ella sabía hacerlo.
Pasados unos minutos de divagar por los fragmentos del sueño, me decidí, llamé su atención y le adelanté que le contaría sobre esa fantasía que me cazaba desde anoche.

-Corría buscando mi cachorro, había escapado porque mi padre dejó la puerta abierta. Pero ahí fue cuando todo empezó a tornarse lento. El olor al caucho quemado sobre el asfalto caliente, gota a gota caía la sangre sobre mi frente... -Di una bocanada de aire-. Es esa maldita pesadilla, no la tolero más, me quita todo el sueño.- Dije con pesar mientras notaba que Ivy  trataba contener la risa.

Ella explotó en una sola carcajada y replicó.

-Creo que te preocupas demasiado por un simple sueño Jake... Todos imaginamos ese tipo de cosas-Riendo se volvió a mi y dijo-: ¿Te preocupas tanto porque mojaste la cama otra vez?

La observé con un poco de desdén pero realmente no puedo enojarme con ella y finalmente me uní a su risa.

Alejándose Ivy para entrar a su próxima clase se volvió hacia mi y dijo con una mirada pícara. -¡No olvides lo de esta noche cumpleañero!

Totalmente perdido por su belleza lo único que pude hacer fue levantar mi pulgar derecho y correr hasta mi salón.