Love Me (PAUSADA)

(2) El chico rosita (O)

— ¡No puedo creer que vengas a la escuela así!

— ¿Así de guapo y espectacular? ¡Vamos, Tae! Siempre estoy así.

— No naciste con esos pelos rosas, Jin...

— ¡Ya déjame! Hasta parece como si fuera la primera vez que me vez así. Tú fuiste quién me ayudó en esto.

— No lo digas en voz alta... Primero deja ver las reacciones de los demás.

— ¿Por qué lo dices? No soy el primer varón de esta escuela en pintarme el cabello

— Fácil. Si la mayoría dice que se te ve bien... ¡Yo te ayude! Pero si recibes burlas... ¡Yo no tuve que ver en tu locura!

— ¡Gracias, amigo!

— okay, okay... Decimos que fué una apuesta que perdiste...

— ¡Ya basta! No será necesario.

— Tanta seguridad en sí mismo debería de ser ilegal.

— Sí como sea. Ya necesito que me vea Jisoo para que se enamore de mí y tomemos chocolate caliente mientras leemos un libro extraño. Y cuando tenga mi debut actuando en teatro me  acompañe y me lleve rosas azules. Y...

— ¡No... Puede... Ser! Creo que se te metió peróxido al cerebro. Eso de pintarte el cabello con Kool-Aid te hace delirar.

— Ash ¡Cállate! Verás que así será y tú estarás soltero por amargado.

— No sé cuál de los dos está peor...

❇️❇️❇️❇️

¡Al fin es la hora del almuerzo en donde puedo ver a mi linda Jisoo! Me verá y se va a enamorar de mí. Estoy muy nervioso, nunca le he hablado.
Mientras caminaba en el pasillo logré ver a una linda cabellera púrpura hablando con sus amigas a lado de los casilleros.

— ¡No puede ser, ahí está! ¿Qué hago? Se supone que me vería en la cafetería, le llevaría un jugo y le daría mi mejor sonrisa y mirada. ¡Tenía todo planeado! — hablaba en voz alta mientras retrocedía a sentarme a una banca un poco alejada de Jisoo.

— ¿Por qué no sólo le hablas y ya? —

Escuché esa pregunta en murmullo y me sobresalté ¿De dónde había salido este tipo? ¡Qué piel tan blanca y linda!— ¡Me asustaste! ¿Nadie te enseñó a no interrumpir una conversación ajena?

— ¿Conversación? Pero si no había nadie más que tú...

— En efecto, extraño. Hablar conmigo mismo es una conversación que es necesaria en mi vida.

— Efecto extraño es lo que te está causando el peróxido en tu cerebro...

— ¡¿Oye pero qué... ¿Eres amigo de Tae? Él me dijo algo parecido.
Creo que no soy el único con peróxido... Tú no eres rubio natural. ¿O sí? — dije mientras subía mis cejas.  No me iba a dejar de éste extraño con lindos ojos.

— Mira, ro-si-ta. No tengo ni idea quién es "Tae" y mi cabello no será rubio natural, pero no uso peróxido. Uso un Shampoo aclarado natural con jalea real.

— ¡Wow! ¿Te lo dió tu tío?... ¡Y no me llamo "ro-si-ta"! Me llamo Se-ok-jin y de seguro soy mayor que tú así que respetame.

— Okay, pues... ¡Amimegustarosita, bye! — habló rápidamente mientras se iba corriendo.

Vaya tipo de bonitos ojitos... ¡Oh! ¿Saludó a Jisoo? ¿Por qué volteó a sonreírme así? ¡Hasta la sonrisa la tiene bonita! Creo que a Jisoo le gustan tiernos... Bueno Seokjin, no importa nada más. ¡Ve y salúdala!

Camina cool... Peina lentamente tu cabello... Haz contacto visual... Sonríe... ¡Ahora! — Hola Jisoo. — ¡Sonrió, perfecto! Sigue caminado... Si te habla te detienes... ¡Vamos hablame!....

— NO, no me habló. — le dije tristemente a Tae mientras almorzábamos. — ¡Adiós a mi apodo de el chico guapo pelirosa!

— Bueno, pero eres el chico rosita

— ja-ja... ¡Ni me recuerdes a ese chico!

— ¿Jalea real? ¿Crees que eso sea cierto?

Estaba por contestar cuando una imagen se me vino a la cabeza. Ese chico saludando a Jisoo y ella contestando. — ¡El rubio!

— Sí... ¿Crees que se pueda hacer un rubio con eso?

— ¡No, no! ¡El rubio, ojitos, sonrisita, dientitos!

— ¡No puede ser, Seokjin, enloquesiste!

— ¡Cállate y escucha! El chico rubio saludo a Jisoo y ella le correspondió como si fueran amigos.. bueno al menos le fue mejor que a mí.

— ¡No me digas qué vas usar shampoo con jalea real!

— ¡Olvídate de eso! Si no puedo hablarle a Jisoo tan fácil, puedo acercarme a su amigo para que él me ayude acercarme a ella. ¡Es un plan perfecto!

— Deberíamos de acercarte a un psicólogo. ¡Deja de pensar en ella! Y enfoca tu mente en otras cosas.

— No quiero y no me mandas...

— Sí, es toda la no madurez que tienes.

— ¡Ya ponte a comer!

— sí, mamá...