Harry:
-¿Qué dices de la morocha que viene con la cartera marrón?-señaló vagamente a una chica de cabello lacio y por los hombros-
-No idiota, ¿qué tal si me golpea con su bolso? parece tener cara de no aguantar tonterías.
-Mmm, ¿verdad que sí? pensé exactamente lo mismo.
-No lo sé, ¿y sí cambiamos de apuesta? Admito que perdí, pero ¡vamos! ¿No crees que es difícil decirle cosas asquerosas a una chica?
-No, ya perdíste, debes afrontar los echos. Oh! oh! ¡mira! -Apuntó a una chica bajita, regordeta y algo fea-
-¿Esa? pero es feísima.-Puse cara de disgusto-
-Un reto es un reto. -Me empujó lo suficiente cómo para que quedara detrás de la chica que ya estaba pasando por delante de nosotros.-
-Ohh mami, ¡que trasero! Mamita, sí que tienes un buen trasero.-Grité avergonzado-
La chica se dio vuelta con una cara poco amigable, lucía muy molesta. Se acercó a paso velóz, me pegó una bofetada que juro por dios me dio vuelta la cara. La miré atónito y me froté la cara, adolorido.
-¿Quién mierda te crees? ¿Acaso te crees que por ser un chico tienes derecho a ser un cerdo? ¡Cerdo! eso es lo que eres, un completo idiota -me miró de arriba abajo, buscando algo que poder decir-
Abrí la boca para pedirle disculpas, mientras Luke y Niall se tapaban la boca, tratando de evitar que la risa se escapara. Quise decirle que enserio lo sentía y que todo había sido una apuesta. Pero las palabras no salieron de mi boca, y ella no me dio tiempo para hablar, continúo con su perorata.
-Y a ustedes dos, ¿qué les parece gracioso? -los desafió con la mirada- ¿Acaso se creer inteligentes? Manga de cerdos. Idiotas y egocéntricos, una chica no puede ser atractiva ni tener un buen trasero porque ya se lo resaltan a modo de insulto.-
Sus venas se sobresalían y comenzaba a dar miedo, mientras su amiga la sinchaba del buzo hacia atrás. Al fin, cuado cerró su maldita boca, no podía dejar de pensar en su jodidamente sexy boca. Quería besarla, se vaía linda insultando todo a su paso.
Se retiró, mierda. Pensé que al menos podría haber dicho algo, quizá hubiera podido ligar con ella. Sí, era un poco fea, regordeta y bajita, pero sus ojos eran destellantes, su sonrisa hermosa y sus labios carnosos. No lucía difícil de ligar, quizá el discurso de que sus ojos me hacían recordar a mi hermana de pequeña, de que su personalidad era hermosa, y ¡bingo!, completamente mía.
Melanie:
Salí apresurada del instituto, hambrienta y con mucho frío. Íbamos camino a la cafetería con Anna, convers,ábamos de cualquier tema que surgía en el momento: el comienzo de clases, los chicos guapos del aula, Coldplay, "the Notebook", veníamos muy concentradas hasta que pasámos caminando por enfrente de unos idiotas del colegio.
-Ohh mami, ¡que trasero! Mamita, sí que tienes un buen trasero-gritó uno de ellos-
En otro momento hubiera seguido de largo, pero mis recientes experiencias con los chicos me habían dejado asqueada de ellos. No lo pensé ni siquiera un segundo y salí en mi defensa. Insulté a el chico y a sus amigos, estaba tan molesta. Salí de allí casi corriendo mientras me tragaba las idioteces que decía Anna sobre lo que recién había ocurrido.
