"Eh visto cómo me miras, estoy seguro que estás enamorada de mí"

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El timbre de la la puerta sonó, maldita sea. ¿Quién podía ser? Habían pasado apenas dos horas desde que me había quedado dormida leyendo.

-Voy- grité ignorando el echo de que sea quien fuera, era imposible que sintiera mi voz, proveniente desde mi habitación en el casi tercer piso.

Estaba de piyama y descalza, realmente esperaba que fuera algo importante. Abrí normalmente la puerta desinteresada, y la cerré rápidamente al ver que Harry Styles se encontraba recostado pretenciosamente en mi marco. ¿Qué carajos hacía él aquí? Avergonzada, abrí de nuevo la puerta. Luego de recapacitar unos segundos, me dí cuenta que le había cerrado la puerta en la cara. No es cómo que me importase mucho, pero no quería quedar como que su presencia me afectara, porque no era así. Abrí más tranquila la puerta, y una sonrisa se dibujó de inmediato en su rostro. ¿Qué mierda se le cruzaba a este chico por la cabeza? Si que era muy extraño. 

-Hola -dije desinteresada- Creo que le llamó la atención mi desinterés, yo creo que este chico está acostumbrado a cosas muy vulgares. 

-¿Me dejarás pasar? -Su sonrisa se volvió más pretenciosa con cada palabra-

-Y....¿Debería?-sonreí falsamente-

-Yo venía a entregarte las cuadernolas, pero bueeeeeno... -Se giró, al parecer con la intención de marcharse. Volvió la cabeza tres veces hacia atrás. Sí que estaba loco sí creía que iría corriendo detrás de él a decirle que se quedara y me diera los apuntes. No lo dudé ni un segundo y cerré a puerta. ¿Él quería jugar? Pues, jugaríasmos con las mismas reglas.

Subí nuevamente la escalera, sin importarme mucho lo que recién había sucedido. El timbre sonó nuevamente, maldita sea, ¿quién sería ahora?

-YAAAAAAAAAAAA VOYYYYYYYYYYY -lancé un alarido imponente acentuándo cada letra, que retumbó por los techos altos de nuestra casa antigua.

Bajé de dos en dos los viejos y rechinantes escalones, con la esperanza de despachar lo más pronto posible a quien quiera que fuera. La sorpresa me invadió, al ver nuevamente a Harry recostado en el marco de la puerta. Esta vez se encontraba disgustado, pude verlo en su rostro, que era como un espejo. 

-Jamás vas a cansarte, ¿verdad? -Me reí irónicamente, examinándolo, observando y memorizando cada pequño detalle de su ropa-

-Eh visto cómo me miras, estoy seguro que estás enamorada de mí, creo que sólo tienes vergüenza de que yo te rechace, por eso actúas cómo sí sólo te importara muy poco. Sé que perdería mucha reputación acostándome contigo, pero sí es lo que deseas, aquí me tienes. -Rió entre dientes-

-¿Estás bromeando? -Lo miré de verdad atónita, sin poder aún creer que él enserio estuviera insinuando eso-

-Claro que no, ¿tú que crees?-Carraspeó-Entonces... ¿qué dices? 

-Oh, claro. Entonces insinúas que soy muy poco para ti, el "perfecto" Styles. ¿Cierto?. Pues lamento informarle a tú elevadísimo ego, que yo jamás estuve ni estaré enamorada de ti, porque eres la peor mierda que hay en el colegio. -Mi sangre hervía a tal punto que quemaba por dentro, tanto gritar me causó una haqueca que ahora sería imposible de tratar. Y él simplemente se mostraba sorprendido, maldito Harry Styles, era peor a cómo las chicas tontas lo describían, "Ardiente, prejuicioso y jodidamente un dios en la cama". Lo primero era practicamente obvio, pese a cómo se vestía, que lo hacía parecer un vagabundo, el chico era muy <<ardiente>>. <<Prejuicioso>>, a un punto indescriptible y <<jodidamente un dios en la cama>>, jamás lo averiguaré. Yo más bien lo describiría cómo, "Idiota, presumido y egocéntrico", simplemente... Harry Styles.

-Está bien, linda. Lo que tú pidas. -Se acercó deliberadamente hacia mí, sin darme siquiera tiempo de reaccionar. Me tomó por el mentón y me plantó un beso que me dio un choque electrico, el mismo me recorrió todo el cuerpo y me llegó a la médula, haciendo que reaccionase.

Lo empujé lejos de mí y le dí una cachetada que recordará de por vida, ¿qué se creía este cretino? besaba bien, lo admito. Pero no tenía derecho a sobrepasarse conmigo, yo jamás volvería a caer en un tonto. Ya lo había echo muchas veces y así me había ído... Además, ¿qué peor manera de volver al ruedo que caer en los brazos del pretencioso Harry Styles? Apuesto cada centavo que tengo guardado para mi beca que no hay una peor manera de "volver al ruedo" que él.

Para mi poca suerte Harry apenas se había mostrado sorprendido luego de semejante golpe que lo dejó sosteniéndose la mejilla derecha. -"¿Cómo lo ahuyento?" -pensaba- Sí ese golpe no había sido capaz de hacerlo ir por dónde vino con la cola pegada al piso, nada lo haría, este chico era pólvora. Sólo servía para prender chispas. 

-¿Has terminado, preciosa? -hizo una pausa y levantó sus ojos en busca de los míos- Espero que sí, y aunque no haya sido un buen comiezo. Todas caen un viernes a la noche. Tarde o temprano... todas caen. No lo olvides -Me guiñó un ojo y retrocedió, finalmente iba a irse. Ahora que se iba de verdad, no quería que se fuese, quería saber a qué se refería, él sabía que yo no era fácil, ¿por qué me había dicho eso, a sabiendas que ahora menos que caería en su trampa? Era un jóven astuto, no hay duda de ello, pero ¿qué había querido decir?

Cerré la puerta y me recosté sobre ella, fascinada por lo que había sucedido en tan sólo unos minutos, y molesta por haberle seguido el juego. Debería haber entrado ni bien él comenzó a decir todo eso de su "reputación", pero de veras que me había ofendido con sus estupideces. Espero que al menos ahora me deje en paz.

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⏰ Última actualización: Jun 07, 2014 ⏰

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