Capitulo 5 final

739 60 7
                                    

Samanta se despertó. Estirando el brazo, tanteó con la palma de su mano el colchón esperándose, encontrar con el cuerpo de Freddie. Al intentar hacerlo, sintió que una mano grande y fuerte capturó la suya. La mano de ella, diminuta. La de él, poderosa. jadeó cuando  llevó su mano directo a sus labios, besando cada una de las puntas de sus dedos.


- Mmm sabes tan bien 

Sonrió, y fue bajando sus manos lentamente por su cuerpo. Retiró las sabanas que lo cubrían a un lado y tanteó con sus dedos su torso desnudo, enviando escalofríos a Freddie por toda su espalda, al sentir sus pequeñas pero calientes manos recorrerle todo el cuerpo. Y el mismo se sintió empalmarse. ¡Dios!, ella era caliente...


Incapaz de poder soportarlo más, la agarró por la muñeca y la detuvo. Si seguía así, perdería el control y no sabía hasta que punto extremo podía llegar.

 - No vuelvas a hacer eso. 

 - ¿Hacer qué? 

 - Tocarme.

- Me gusta tocarte. 

Freddie se quedó helado. Podía sentir su respiración  mezclándose con la suya, y sus corazones, latiendo al unísono.

 - ¿Por qué te gusta tocarme? 

- No lo sé, me gusta sentirte bajo mis manos. Poder verte mediante el tacto...


Sus palabras lo asustaron. Su corazón martillo. Debía irse, la ventisca ya había pasado, el cielo estaba despejado y tenía que continuar con su trabajo. Pero por otro lado, podía quedarse con esa mujer que apenas conocía y hacerle el amor hasta el cansancio.Y nuevamente, se encontraba débil ante su encanto. 

 - Quiero que me toques, hasta que tus calientes manos quemen mi piel.

Y se envolvieron otra vez entre las sabanas. Uniéndose en uno solo, compartiendo sentimientos, esperanzas, corazones. Hicieron el amor por segunda vez. Y cuando pensaba que ya todo había acabado, comprendió que eso... todo lo que ha vivido junto a ella en tan solo un día, era apenas el comienzo.


- Ahora, pequeña diablilla, tú y yo tenemos que hablar. 

 - ¿Sobre qué?- preguntó ella, con un aire inocente, mientras se acurrucaba más hacia él. 

- Sobre por qué no me dijiste antes de que eras virgen.

 - Yo... eh... creí habértelo mencionado antes.


- No lo hiciste.- su voz era suave, pacifica, y por alguna razón, no estaba enfadado con ella, si no mas bien, estaba alegre al saber que había sido el primero en poseer su hermoso cuerpo, y si es posible también, su corazón.

- dime, ¿Por qué yo?

- Porque....- se mordió el labio, nerviosa.- siempre me he sentido rechazada por los demás, ya sabes, por mi discapacidad de ver.- levantó la cabeza, dirigiéndose a la dirección en que oía su voz.- y luego llegaste tú. 


Freddie se sorprendió. 

 - ¿Y-yo?- tartamudeó, con los ojos fijos en ella.

- Si, tú fuiste quien hizo que confiara en mí otra vez.- suspiró.- se me hace difícil explicar, pero cuando llegaste me hiciste sentir de una manera diferente, me hiciste sentir....- cortó la frase, insegura de que si debía continuar. 

 - ¿Cómo te sentiste?- dijo con interés, incitándola a seguir hablar.

-Me hiciste sentir amada.  

Samanta esperó a que él se riera de sus absurdas palabras. En vez de eso, sintió como  la tomo de la barbilla y la beso intensamente. Entreabrió los labios, dándole un mejor acceso a su lengua para recorrer su boca. Cómo amaba la manera en que la besaba, le hacia sentir una paz interior que hacia mucho que no sentía.Él la hacia sentir deseada, amada. Femenina. Ningún hombre había querido acercarse a ella por ser ciega, su primer beso fue a los dieciocho años y siempre había sentido una inseguridad enorme consigo misma. Pero con él era diferente. 

- Gracias por compartir tu cuerpo conmigo, cariño, conservaré el regalo de tu virginidad por siempre.- dijo, acariciando su labio inferior con el pulgar. 

 - Desearía poder verte para saber que es lo que piensas en este momento.

- No puedes leer mis pensamientos. 

- Dicen que los ojos son las ventanas del alma. 

Cogió su mano y la apretó contra su erección.  - No hace falta verme para saber lo que siento por ti. Tócame, tócame y siente mi corazón latiendo por ti.

TÓCAME  {One-shot}Where stories live. Discover now