Capitulo 2

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Al entrar a la cabaña,  fue recibido por unos fuertes ladridos de un pastor alemán. El perro le mostró los dientes, gruñendo. Freddie le gruñó en forma de respuesta.


- ¡benji!- le reprochó su dueña.- lo lamento, no tenemos muchas visitas y él suele ser un poco antisocial con las personas.- le dijo a Freddie.- No pasa nada.- mirando a su alrededor, se quitó el abrigo y lo colgó en el perchero.- ¿Dónde puedo ocupar el teléfono?- Está en la cocina, al lado de la heladera.- dijo dirigiéndose a la dirección en que oía su voz.

-Vale 

Freddie caminó hacia la cocina y cogió el teléfono. Marcó el número de Kyle, casi enseguida él le contestó.

-Kyle, soy Freddie

-Joder, ¿en donde estas?

- Por eso te llamo mi vehiculo fallo, necesito que mandes a alguien por mi

-lamento decirte, se acerca una tormenta y es muy peligroso salir, ¿donde estas?

-Estoy en una cabaña.

-Es mejor que te quedes ahi hasta que el tiempo mejore.

Colgó antes de que pudiera terminar de hablar. Miró a la mujer desconocida, quien se  ncontraba en la sala principal echando un tronco al fuego. Le sorprendió al ver la facilidad con que lo hacia, se le veía segura, totalmente independiente, y aunque tuviera la discapacidad de no ver, parecía saber lo que hacia. Sintió un gran respeto hacia ella. Era lista y rápida. Eso le gustaba.


Antes de que pudiera pensar en que era lo que hacia, se encontró a si mismo caminando hacia la sala principal. Ella levantó la cabeza.


-¿Freddie?

Cerró y abrió los ojos lentamente saboreando la sensual melodía de su voz al pronunciar su nombre. Nunca antes se había puesto a pensar en lo hermoso que su nombre podía sonar  ante los labios de una mujer.

- Aqui estoy

-¿Pudiste comunicarte?

-Si ,pero ahora se acerca una tormenta, no quiero molestar pero parece que estoy atrapado aqui.

Ella retrocedió unos pasos atras. Fue entonces que se dio cuenta de la manera en la que se habia expresado.

- No tienes por qué lamentarlo. Me agrada tener a alguien con quien charlar. La mayoría del tiempo estoy aquí sola, aunque de vez en cuando me visitan mis hermanos, que de echo son muy sobre protectores conmigo. Los amo, pero no me dejan hacer nada, desde pequeña siempre me han tratado así.- frunciendo el labio, ella se retractó.- ahora que lo pienso mejor, amo la soledad. Si, cualquier cosa seria mejor que soportarlos a ellos.Justin frunció el ceño al escucharla hablar. Sintió una pequeña punzada de diversión, y contra su voluntad, se encontraba sonriéndole.


-¿Como te llamas?

-Samanta Puckett

Ella camino hacia el.Tanteo hasta tomar su mano.Freddie la sintio pequeña, frágil y delicada bajo su toque, pero extrañarte quiso protegerla; maldijo ante ese pensamiento

- Samanta le regaló una sonrisa amistosa que sacudió su erección.

- Puedes quedarte todo el tiempo que quieras. Eres bienvenido aquí.

TÓCAME  {One-shot}Where stories live. Discover now