Alma.

35 2 0
                                    

Sentía una gran devastación interna, me parecía estúpidamente injusto que la vida, o más bien aquella asquerosa bestia me quitara a mí Brenda...
En tan solo dos segundos mis motivos para vivir habían desaparecido, luego tanto tiempo estando con ella, se había ido tan rápido.
Me odiaba por no haberla podido salvar, odiaba a esa cosa por habérsela llevado y odiaba a Brenda por haber muerto, todo al maldito mismo tiempo. Aunque sabía que todo esto era inevitable me aferré a la idea de que todo mejoraría, sabía que me estaba engañando de una manera jodidamente estupida...
El terror, la tristeza, el miedo y la ansiedad de haberlo perdido todo se habían apoderado de mi así que comencé a gritar y llorar desesperada mente, el aliento se me iba y no podía recuperar la cordura.

Era muy patético, lo sé, y en ese momento también lo sabía, así que hice lo único que podía en ese momento... 5 segundos, fue todo el tiempo que le di a todas esas emociones que me estaban destrozando de muchas maneras diferentes para que hicieran lo suyo.
Con las manos temblorosas, aún gritando por el pánico y con mis ojos llenos de lágrimas me levante como pude, notaba como los devoradores se acercaban velozmente, anteriormente habían sido atraídos por las explosiones y ahora por mi llanto, entonces, comencé a gritar
1
2
3
4
5
Luego de eso me relajé, mi frecuencia cardiaca comenzó a disminuir y mi respiración se normalizó, podía estar de pie sin temblar, y me sentía más tranquilo.
Pensaba en ese momento en las palabras de Brenda, tenía razón, yo ya estaba más que consciente de que ella ya no me amaba, al menos se liberó antes de morir y me dijo toda la verdad, fue buena conmigo hasta el final, estaba seguro de que la recordaría con mucho cariño, la imagen que quedará por siempre en mi mente será aquella sonrisa que me otorgó antes de morir por mi, su sonrisa más pura y sincera, su sonrisa más hermosa.
Respire hondo y me dije a mí mismo "Suficiente"
Tome mi arma, mi cuchillo, la mochila y todas las cosas que como yo, habían caído al suelo con la explosión.
Miraba a todos lados analizando un poco la situación, intentaba armar una rápida estrategia para ver por dónde podría escapar, eran demasiados, no podría enfrentarme a todos ellos, y tampoco pensaba morir, tenía que encontrar mi motivo para seguir, y esta vez lo protegería más que bien.

Corrí al auto más cercano y me subí en el, efectivamente eran demasiados, pero había una escapatoria, bajé a toda prisa del auto y salte sobre los puestos que estaban afuera de las entradas a los andenes, evitaba disparar o tener enfrentamientos directos con alguno de ellos, solo me retrasarían y estaría en más riesgo, mientras corría y saltaba los desniveles de los puestos mi respiración de nuevo se complicaba pero tenía mi inhalador cerca así que solo lo utilice cuando de verdad era necesario.
Por suerte pude salir a salvo de ese lugar, pero luego de la explosión estaba seguro de que se volvería un nido de devoradores, él área estaría infestada, así que descarte el plan de moverme por la ciudad a través del subterráneo.

Regrese al refugio por las cosas que nos habíamos dejado antes, pero solo para buscar uno nuevo, estar en el mismo lugar no me haría bien ni tampoco es como que fuera muy seguro, partí hacia el sur de la ciudad, normalmente eran de 40 minutos a una hora en transporte, pero obvio ya no había nadie que conduciría transporte, masomenos me tomaría unos cuatro o seis días moverme, tenía que examinar la ciudad para saber en dónde era medianamente seguro alojarse, así que busque un mapa para ir marcando los lugares.
Llegando a este punto la ciudad estaba muerta, se había acabado toda la civilización, ahora solo sobrevivían salvajes, violadores, asesinos y mentirosos, solo podía confiar en mí mismo.

Y bueno, una semana después me encuentro aquí, exactamente en el sureste de la Ciudad, en una pequeña casa la cual habían saqueado completamente, pero no había muchos devoradores cerca, era seguro, de paso venía examinando varios lugares, me quedaba una noche y seguía avanzando, estoy casi en las afueras de la ciudad de nuevo, pero aún no sé si moverme por el país, necesitaría un vehículo y no he encontrado ninguno que sirva hasta el momento.
La comida empieza a acabarse y me siento algo enfermo, el hecho de casi no poder dormir por las noches por la paranoia de que un devorador salga de cualquier lado y me ataque, así que duermo muy poco o simplemente no lo hago.
Pero... ¿por qué no me rindo?
El mundo se está yendo a la mierda más rápido de lo que habíamos imaginado, como poder encontrar un motivo para seguir si ya no queda nada, la vida se volvió nada, todo lo que hago es buscar comida, refugiarme... intentar sobrevivir...
Quizá lo mejor sea suicidarme...
Todo... todo se vuelve negro.
(...)

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 15, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Z.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora