| The Babysitter | Larry Stylinson |

C A P Í T U L O 17

|Jueves 7:30 am.|

Louis despertó, se estiró involuntariamente y sonrió al ver que Harry ya estaba despierto, mirándolo.

-Buenos días-. Saludó el menor algo ronco.

-Buenos días amor-. Respondió sonriente.

Louis le sonrió con ternura y le dio un corto beso en los labios.

-¿Sabías que eres jodidamente lindo cuando duermes?

-No, no lo sabía

-Pues lo eres, y mucho, me encanta observarte, podría hacerlo todo el día si fuera posible.

El menor se ruborizo completamente y se acurruco en su pecho.

-¿No irás al trabajo?-. Preguntó extrañado.

-No, quiero pasar un tiempo con mi novio y mi pequeña.

Louis lo abrazo con fuerza, entonces recordó lo que le había dicho su madre.

-Harry...

-¿Si?

-¿Crees estar ocupado el domingo?

-No... ¿Por qué?

-Bueno... mi família quiere conocerte... ascendieron a mi mamá y harán una cena a la que quieren que vayas.

Harry se incorporó en la cama.

-¿Estás hablando enserio?

-Por supuesto.

-¡Joder! Es la mejor noticia que me han dado, pero por supuesto que iré.

Louis también se incorporó.

-¿Enserio?

-¡Si! Aunque nuestra cita...

-Oh... podemos hacerla el próximo domingo.

-¿Por que no hoy?-. Preguntó confundido.

Louis lo miró con emoción y se lanzó a él, acostandolo en la cama y quedando encima de él.

-¡Me encanta!... pero... ¿Y Darcy?

Harry sonrió de lado.

-¿Te parece si nos acompaña?

Louis abrió la boca y se lanzó a los labios de Harry, devorandolos.

Harry le dio la vuelta quedando encima de él, tomando sus piernas y enrollandolas encima de las suyas.

El beso cambió de intensidad, ahora era más sucio y caliente, Louis estaba ruborizado y le dio la vuelta a Harry, separándose un poco.

-¿Qué pasa?

-¿Y si Darcy nos ve?

-Eso no va a pasar-. Insistió.

-Soy muy inseguro, lo siento.

-No, sólo te preocupas, está bien... eso me encanta de ti.

El oji-azul sonrió de lado y asintió.

Harry se encargó de volver a unir sus labios en un sensual beso, jugando con sus lenguas haciendo un sonido al mover sus rostros para que sus narices no chocaran.

Louis bajó la dirección de sus besos, quedándose en su cuello y succionando su piel blanca, dejando algunas marcas.

Se quedó ahí un poco más y lentamente bajó a su pecho desnudo, deteniendose en sus pezones, lamiendolos y succionandolos.