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«Hyung.... Mmmjh... Hyung» el tenue sonido que se escuchaba fuera del estudio de Lee Jihoon eran gemidos. El bonito chico estaba gimiendo por culpa de otro.

Hecho su cabeza hacia atrás en la silla mientras movía su mano mas rápido, imaginando a su hyung chupando su pene de una forma desesperada, aquello lo hacia gemir aun más. Quería detenerse, quería borrar la imagen que justo ahora tenía de Jeonghan en su mente, estando de rodillas y convertirla en la criatura mas pura que haya mirado, pero no podía, estaba tan excitado que se avergonzaba de si mismo.

La imagen que mantenía en su cabeza era lo suficientemente buena como para correrse en sus pantalones.

Sus gemidos eran cada vez mas audibles aun cuando hacia lo posible por retenerlos. De un momento a otro estaba meciéndose en la silla.

Se corrió y mientras trataba de regular su respiración escuchó como tocaban la puerta.

— Jihoonie. — La voz de Jeonghan lo hizo sentir culpable.

Limpio su mano y con una velocidad increíble abrocho su pantalón.

— Pasa hyung.

Sus mejillas estaban sonrojadas del reciente orgasmo que había tenido, no podía mirar al mayor a los ojos.

— Estas muy rojo, ¿No tendrás fiebre?

Jeonghan se empezaba a acercar con la mano extendida hacia la frente de el menor cuando este lo paro.

— No, estoy bien. ¿Qué se te ofrece hyung?

Los ojos de Jeonghan fueron a parar sobre el regazo de Jihoon mirando una pequeña mancha, parecía como si hubiese derramado un poco de agua en su regazo.

— Jihoonie estas mojado, deberías ir a cambiarte podrías enfermar.

Jihoon no sabia que decir. No sabia si era pura inocencia de su hyung o realmente no quería ponerlo incomodo.

— En un momento se seca no se preocupe.

Estaba tan tenso.

—Venia decirte que los chicos encargaran pizza y querían saber de que quieres.

— Lo que sea esta bien para mi. Gracias hyung.

— Esta bien, me iré ahora.

El mayor camino directo a la puerta y cuando estaba apunto de abrirla se detuvo.

— Jihoonie, cuando vayas a tocarte, procura no gemir muy alto, alguien puede oírte.

Con un guiño y una sonrisa salio despreocupado, dejando a un Jihoon totalmente hecho una estatua y rojo como un tomate.

«No puedo creer que me escucharas Jeonghanie hyung».

[Editado]

Stop Cheol. [EDITADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora