Ambos somos Trunks, pero no somos la misma persona. Parte 1

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Trunks se considero feliz. No había como negarse así mismo en lo que sentía. 

En sus 13 años de vida había amado a su madre y sido correspondido, su padre tenia un amor severo pero no lo cambiaría de cualquier manera. Gohan venia a visitarlo y jugaban juntos cuando no entrenaba o estudiaba en casa. 

Entonces estaba Goten.

Ambos pasaban gran parte de su tiempo juntos. En el pasado y ahora Trunks estaba bastante seguro que le prestaba más atención a Goten que el propio Gohan, y ellos vivían juntos mientras Trunks vivía a unas 5 horas en avión no menos.  Claro que eso no es un problema cuando puedes volar por los cielos y el viaje se reduce a unos 20 minutos.

Trunks se sentía esencialmente cómodo con los hijos de la casa Son, sin querer sonar pretencioso; le gustaba estar entre su propia especie, y como los únicos existentes eran ambos chicos estaba feliz de poder verlos con tanta frecuencia. 

Al ser mitad humano en su corta vida al vivir en la ciudad, supo que el asunto era que en un lado tendría demasiado de algo y por el otro le haría falta algo para ser suficiente. Era demasiado para ser un humano y Trunks estaba excepcional mente bien con ello, por otro lado si no fuera suficientemente fuerte para un saiya posiblemente se rompería todos los huesos hasta que pudiera estar seguro que tenia lo suficiente para luchar sin ser un estorbo. No se molestaría si perdiera, bueno la verdad si lo haría, ¡Pero usaría esa ira en pro de mejorar! Él le ganaría a todos, no importa quien sea su oponente.

Goten fue quizás la parte más constante y feliz de la vida de Trunks sin contar el amor que tenia por sus padres. Ambos eran niños media sangre, Trunks fue siempre considerado a los ojos del único saiyan de sangre completa vivo, más humano que sus compañeros mestizos. Goten siempre le dijo que estar confundido por el asunto, él trato de explicar la cuestión de sus rasgos a su joven compañero, Goten solo atino a decir que le gustaba su cabello tal cual era. El gran idiota.

Fue el comentario más valioso a sus 3 años de vida.

Luchar con Goten en sus primeros años fue algo que ocultaron fácilmente. Sus padres no los entrenaban, consideraban sus cuerpos muy tiernos para la batalla todavía. Eso claro no les impedía hacerlo por cuenta propia.

Con los años avanzando supo que su padre no era realmente rudo con su entrenamiento siendo pequeño. Esencialmente por que solía enseñarle las cosas una ves y el tenía hacerlas perfecto al momento siguiente. Claro que con una memoria fotográfica y una terquedad tamaño saiya todo era prácticamente posible.

Trunks aprendió excepcional mente rápido muchos ataques y tipos de energía, volar por los cielos fue algo que aprendió en cuestión de horas y convertirse en súper saiya fue cosa de literalmente niños.  Ambos lo habían aprendido juntos. Dándolo todo para impresionar a su contrincante. Para hacerse más fuertes en sus batallas amistosas. Si sus padres podían obviamente también podrían ellos.

Al ser más grandes supieron que no podrían haberlo hecho solos.

Cuando participaron en su primer torneo de artes marciales Trunks no salio a ver ninguno de los combates de Goten. Ni uno solo. No veía el punto.

Los otros niños lo habían mirado extraño, pero Trunks no le tomo importancia. Ellos eran humanos pequeños, en su mayoría débiles.
A ninguno le dio sus respetos a la hora de luchar. Todos fueron idiotas que por ser mayores que él creían tener derecho a tratarlo como un mocoso. Vaya idiotas.

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