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Llore, después de mucho
después de tanto, y con el
corazón tirado en el suelo
en un charco de sangre,
llore.

Espere un suspiro, espere
una señal, espere una mirada,
espere un último latido.
Y no llegó.

Podría maldecir y profanar
tu nombre, mientras
la voz se me entrecorta.

Podría romper todo a mi
alrededor y plasmar mi
dolor en espejos rotos y gritos
terminados en silencio.

Podría llorar y gritar hasta
sentir mi garganta arder y
romperse envuelta en
desesperación.

Podría decir "estoy bien",
solo porque mi orgullo lo
exige y reclama.

Pero, ¿lo notarías?
No, claro que no lo
harías.
Que irónico y gracioso es
el orgullo.

Calle, después de mucho
después de tanto, y con el
corazón tirado en el suelo
en un charco de sangre,
calle.

El Dolor De Sentír.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora