Cartas que jamás voy a mandar

Para mí misma

Jamás me he escrito una carta a mí, puesto que no tengo mucho que decirme o quizá es eso, tengo tantas cosas que decirme.

Quisiera reclarme lo pésima que soy conmigo misma, lo dura que puedo ser al criticarme.

Me pido perdón por haber abusado de mi propia confianza y haberme lastimado como a nadie más le he hecho daño.

Me disculpo por no ser la mejor versión de mí misma para mí. De hacerme sentir miserable cuando en realidad no lo soy, de haberme dado excusas para no seguir mis objetivos.

Debí parar cuando noté que no estaba bien, sin embargo no lo hice. Presegui el camino de autodestrucción masiva al que me dirigía.

Pero también, me quiero decir lo mucho que me amo por ser yo, por amar tanto el arte, la música, la literatura, el amor, el dolor, la noche, el verano, a mis amigos, mis amores o desamores, por ser como soy.

Me admiro por la fortaleza que me he dado durante todo este tiempo y la madurez que la misma me donó.

Me deseo fuertemente que todo aquello que quiera lograr, lo pueda hacer.

Me amo, me amo con todo el corazón y jamás nadie me hará pensar lo contrario.