La mañana era tan brillante como cualquier otro día, su cabeza le iba a explotar, no quería mover un musculo, ¿estaba en su habitacion? lo ultimo que recordaba era el salon de musica, pero entonces toda la casa era un salon de Música, Cheyenne se había encargado de eso.
-¿Estas bien?
-¿Que estas haciendo aquí? creí que estabas de viaje.
-Si no despertabas hoy tampoco... volvería a llamar al doctor. Estás en el hospital, retrasamos el vuelo será mañana por la mañana, Frederick se quedó haciendo los arreglos.
Lyon perdió las palabras de Angus, desde que podía ver era una molestia, actuaba como si tuviera algún derecho sobre todo y en algún caso lo tenía, no funcionaba negarlo. Parecía preocupado y por alguna razón se veía cansado.
-Lyon anda, un poco de té.
Angus lo ayudó a sentarse su cabeza daba vueltas, así se sentía ser arrollado por alguna bestia, era terrible, entonces notó que estaba en el hospital.
No dijo nada, solo se quedó ahí, un rato bebiendo el té poco a poco, Angus parecía molesto, mucho, Lyon sabía lo que miraba, su nariz estaba adolorida también y pareciera que clavaban agujas cada vez que respiraba. Sabía que se le había pasado la mano pero quería olvidar, cada vez que miraba a Angus solo sentía resentimiento, porque él está vivo, porque Cheyenne no, ella solo lo ayudó y el muy mal agradecido solo le había dado preocupaciones, la maldita cirugía solo pudo curarlo después de muerta así que ni siquiera eso la hizo feliz. Daría todo lo que tenía, su riqueza, su fama, su vida, solo por un día mas con ella pero no podía ser, era sencillo. Incluso si lo conseguía ella preferiría quedarse en el infierno.
Lyon le pasó el vaso de papel a Angus, era desagradable.
-¿Donde conseguiste las drogas Lyon?
-Eso no es asunto tuyo.
-Yo no te encontré Lyon, te encontró Cherí, ella salió corriendo porque estabas sangrando por la nariz, tuviste una maldita sobredosis, no lo volverás a hacer.
-¿Quien te has creído para hablarme así?
-Yo le hablo como me da la gana a alguien que no se respeta así mismo ¿ese es un ejemplo para tu hija? Es lo mas precioso que te dejó Cheyenne, Lyon, estaría devastada ¿como crees que se sentiría si te viera caer en el agujero del que sufrió tanto para sacarme? tu ni siquiera sabes cuanto te amaba.
-Cállate, no me interesa.
-¿Porque quieres suicidarte? eres un malagradecido -había comenzado a llorar ¿de nuevo? -no sabes cuanto te odio.
Podía odiarlo todo lo que quisiera, no había nada que pudiera hacer. Desde el accidente, había llorado mas de lo que había reído, desde que recupero la vista, había estado mas tranquilo pero no había sido verdaderamente feliz, desde que conoció a Frederick, había cambiado pero aún lloraba seguido. Cherí era la única que podía hacerlo feliz. Por eso él había sido un verdadero padre para ella.
-No estaba intentando suicidarme, estaba tratando de silenciar el ruido. Yo no soy como tu.
-Eso es por la depresión, el psiquiatra te lo dijo -secó sus ojos con el pañuelo que sacó de su bolsillo- dijo que los genios eran complicados, todas las mañanas y todas las noches te prescribió las píldoras, pronto estarás bien Lyon.
-Tu no sabes nada, no es sencillo, finalmente el ruido se detuvo para volver a comenzar.
-Es un ciclo, escribe ese ruido, el psiquiatra te lo dijo, escribe y saldrá de tu cabeza.
Lyon pensó en decirle a Angus que se largara, pero no lo hizo, ¿Que sabía él? absolutamente nada, sería feliz con su nuevo amante, en el fondo Lyon sabía que él se merecía un poco de felicidad, que lastima que todavía se estuviera metiendo en sus asuntos, en su vida, en todo. No podía esperar a que se fuera de su casa de una vez por todas.
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Entre Notas
Roman d'amourEsta historia, se llama entre notas, comenzó con una primera parte que simplemente se transformó, la escribo desde la oficina, capitulo por capitulo, no sé si sea interesante, no sé si sea cliché, todo lo que sé es que mientras transcribo partituras...