Protégeme

Parte 1

Marco

Fui a casa del novio de Star porque los padres de ella me llamaron preguntando donde estaba ella, yo sabia que estaba con su novio, haci que decidi encubrirla. Se que Star nunca haria nada malo con aquel chico que tanto odiaba yo. Ese chico no era confiable para mi, simplemente no lo era. Star había estado enamorada de el desde hace mucho hasta que un día, el se le declaro. Star acepto evidentemente.

Comenze a tocar la puerta. Abrió Sebastian.

—¿Que quieres Diaz?—Me dijo molesto, sin ni siquiera decir un <hola Marco, ¿Que tal viejo?>.

—Solo vine a recoger a Star—Dije tranquilo, no quería problemas con uno de los chicos mas rudos de la preparatoria.—Ya es de noche y no creo que quieras problemas con el padre de ella ¿Cierto?—El padre de Star es policía, y Sebastian lo sabia, el no estaba muy dentro de la ley, después de todo. No entiendo como Star se pudo enamorar de el. Bueno, aunque ella no sabia como era el realmente.

Tal parece que Star se dio cuenta de mi presencia en la puerta que de inmediato quiso salir. Pero cuando iba a dar un paso hacia el exterior de la casa, el muy estupido la tomo del brazo, la giro hacia el y la tomo con sus dos brazos de la cintura, para darle un beso que tal parecía que ella no quería dar. ¿La estaba forzando? Ojala no, porque literalmente lo mato.

Finalmente el la solto.

—Adiós hermosa—Dijo el, a lo que Star hizo una mirada de asco y se volteo hacia mi. Sebastian se dio cuenta y hizo una mirada terrible, que hizo que se me erizara la piel, y finalmente cerro la puerta. Star no vio esto pues se estaba subiendo a mi moto.

—¿Star, todo bien?—Dije yo acercándome a la moto y poniéndome mi casco mientras ella tambien se lo colocaba.

—Gracias por venir—Dijo un poco cortante. Ella es así cuando algo le sucede. Estoy seguro que fue algo relacionado con el muy tarado de Sebastian.

—Ya sabes Star, lo que se te ofrezca, para eso son los mejores amigos. Por cierto, les dije a tu padre que estabas conmigo.—Los padres de ella no sabian de su relacion con el maldito de Sebastian, ok, ok lo odio.

—Eh si. Gracias por salvarme.—Menciono Star. ¿Salvarla?

—¿De que, amiga?—Dije yo un tanto nervioso. <¿De Sebastian, cierto?> pensé.

—Eh, de algo que no quería hacer.—Respondió ella, cuando comienzo a acelerar mi motocicleta. Maldito Sebastian, ¿Quería forzarla a..? mejor no continuo, pero estas si me las va a pagar. Necesito que Star me cuente todo.

El ruido de la moto nos impidió hablar durante todo el camino, lo cual dejaba mucho espacio para imaginarme lo que había sucedido. Star estaba aferrada a mi y tenia sus brazos al rededor de mi estomago y su cabeza apoyada en uno de mis hombros, como la adoro. He estado enamorada de ella oficialmente desde hace un año, pero siempre la he querido. Si yo fuera su novio, la trataría como lo que es, una chica hermosa por fuera y lo mas importante por dentro, cuanto la quiero.

Llegamos a su casa y el padre de ella nos recibió, me llevo muy bien con el.

—Hola hija, hola muchacho.—Dice Robert, muy contento de verme. Siempre le caí excelente y confía mucho en mi.

—Hola, Robert—Hasta le podía decir por su nombre.

— ¿Se la pasaron bien en tu casa, Marco?—Dijo de nuevo, el de verdad confiaba en mi, cualquier otro padre habría malpensado. Bueno Star no estuvo en mi casa, pero sus padres no deben de enterarse que estaba en la casa de su novio el cual no es un santo, ah que por cierto odio.