Capitulo1

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Era una noche calurosa y dos amigos vestidos con ropa informal caminaban por la acera de la calle riendo a carcajadas, cantando un tanto desentonados y balanceandose de un lado a otro por el efecto del alcohol.

-Extrañaré tanto estas salidas hyung
Decía un chico de piel lechosa, cabellos negros y desaliñados a su mejor amigo.

-No exageres Taemin, el hecho de que me vaya a casar no quiere decir que nos dejaremos de ver, nuestra amistad es de muchos años como para que por un matrimonio se termine.

Y así siguieron charlando por el resto del camino hacia el departamento de MinHo. Al llegar, el moreno se dirigió al refrigerador por unas cervezas.

-Seguiremos brindado por mi compromiso mi querido amigo.

Pero al percatarse de que Taemin no le contestaba lo comenzó a buscar por todos lados dirigiendose por último al cuarto de baño donde se encontró con el menor desnudo preparándose para meterse a la ducha, con la cara roja y no precisamente por el alcohol MinHo desvío su mirada, apesar de haberlo visto tantas veces desnudo no encontraba el significado de esa timidez, estaba apunto de retirarse cuando escucho la voz del pequeño.

-Hyung?...¿Que haces ahí parado? Vamos, creo que necesitamos un baño para bajarnos esta borrachera.

Apunto de negarse y salir de ahi sólo pudo darse cuenta de que el pequeño estaba a nada de caerse de frente y con un movimiento que ni él logró entender sujeto al chico, pero eso no detuvo que ambos cayeran al piso de una manera un poco comprometedora.

-E..e..estas bien Taemin?
No entendía a que venía esa tartamudez.

-Ssssi, si hyung gracias creo que esta vez si se me pasaron las copas.

Río un tanto apenado el pelinegro, y al hacer esa acción MinHo se quedó embelesado, ambos se miraron fijamente por un largo rato hasta que Taemin poco a poco se fue acercando a los labios del moreno pero fue MinHo quien terminó de acabar con esa distancia uniéndose en un beso voraz.

A la mañana siguiente MinHo se despertó con una horrible resaca, aún con los efectos del alcohol en su cuerpo empezó a removerse en la cama percatandose de que estaba desnudo y de que a su lado se encontraba una persona, con una expresión de terror empezó a hacer memoria de quien podría ser, no se acordaba de haber ido con una mujer al salir del bar donde fue con Teamin.

-Taemin
Susurro el moreno llegandole a la mente pequeñas imágenes de la noche pasada en donde estaba en el piso con su amigo luego otra besándose y otra en donde ambos yacían en la cama entre caricias y...

-Oh por Dios, esto no pudo haber pasado.

Expresó el moreno con la voz entrecortada, con las manos temblorosas apartó las sábanas que cubrían al cuerpo y su expresión no pudo ser otra más que de horror al darse cuenta que el que estaba a su lado dormido y desnudo era su mejor amigo.
Con un grito que se pudo haber escuchado de aquí a 20 manzanas Minho salió disparado de la cama y con eso logró despertar a Taemin un tanto desorientado.

-¿Oh maldita sea MinHo que demonios te pasa?

Que....que...que...que me pasa? Mierda Taemin acabo de amanecer a tu lado desnudo y con vagas imágenes de nosotros besandonos!!!!

Con la mirada atónita el chico quedó más pálido de lo normal.

-¿Qué..que has dicho hyung?

-Lo que has escuchado!!! ¿Me puedes decir como mierda terminamos así?
Sabes que yo no soy homosexual, sabes que me voy a casar dentro de unos meses, lo sabes Taemin lo sabes!!!

Era tanto el enojo del mayor que esas palabras las había dicho con mucho odio y asco lastimando así al menor.

-¿Y que demonios estas insinuando MinHo? ¿Que yo te seduje? ¿Que me aproveche de tu estado de ebriedad?!!! Contéstame? Es eso lo que crees?

Eso último Taemin lo dijo con una voz temblorosa y ya con los ojos llenos de lagrimas.

-Y que quieres que piense? si aquí el único con esas preferencias raras eres tú!!!!

Al decir esas últimas palabras se detuvo, golpeandose mentalmente por lo idiota que acababa de ser, él sabía de las preferencias de su amigo y nunca lo juzgó siempre fue su protector cuando le querían hacer daño por su orientación, pero ahora era él quien se había encargado de denigrarlo y ofenderlo, con sus pensamientos divagando no se había percatado de que el menor se estába marchando hasta que escuchó el fuerte portazo de la puerta al cerrarse.

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