-unico-

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Jimin conocía muchos lados diferentes de su novio. Eran incontables y a la vez tan secretos, que de saber que solo él podía verlos, llenaba su corazón de calidez y paz. Una de ellas era dormir; porque Jeon Junkook tenía un habito muy tierno referente a eso.

Despertó sintiéndose un poco desorientado. La habitación estaba sumamente oscura; y no era para menos ya que al menor no le gustaba que el sol lo despertara. Esa era la razón de tener unas cortinas negras y pesadas en su habitación; que no solo combinaban bien, sino que eran perfectas para dormir. Lo único que confundía a Jimin, era el hecho de tener todo tan oscuro; porque al no haber claridad, uno no podía distinguir el día de la noche. Eso causaba que quisiera dormir mucho más. Algo favorable aquellos días que no tenían nada para hacer, o tocaba algún plan para el horario de la tarde.

Suspiro un poco y paso una de sus pequeños puños sobre su ojo derecho tratando de espabilarse. Y fue en ese momento que sintió como algo se movía un poco sobre él. La cabeza de su novio.
Jungkook lo tenía abrazado, con su cabeza en su pecho y sus piernas enredadas bajo las sábanas. Jimin sonrió recordando eso. Su pequeño conejito era un oso abrazador a la hora de dormir; ese era uno de los más grandes hábitos del pequeño morocho que tenía apresado entre sus brazos.

Al rubio no le molestaba eso, mierda que no. Recordaba la primera vez que Jungkook le dijo que durmiera con él; había sido por una tormenta y aunque intento verse poco interesado, paso la noche aferrado a él. Esa noche siguió a otra y otra más. Y ahora, ya daba por sentado la idea de dormir con su novio siempre, ya sea en su habitación, la del mayor, la del hotel a pesar de no ser compañeros, incluso en el avión o la camioneta.

Si bien no era algo en extremo raro, parecía algo loca la idea de que el gran niño independiente Jeon Jungkook necesitara un abrazo para dormir; pero solo Jimin conocía aquel gusto del menor. Por qué siempre parecía frio, algo distante con él frente a cámaras, algo tímido o un poco dominante. Pero dentro de la habitación era otra historia. A Jungkook le fascinaba ser la cuchara pequeña de la cama.

En un principio, al mayor le había sorprendido. Hasta que su cabeza se ajustó a la idea de que su chico se sentía pequeño y mimado al dormir así; siendo abrazado o el abrazando escondiéndose del mundo en el pecho del rubio.
Una de las excusas más grande para el morocho, era el hecho de que siempre le decía que amaba despertar sintiendo el perfume que aún duraba en él tras el día interior. Pero ambos sabían que la razón verdadera, era por que Jimin le daba esa sensación de mimo y seguridad que las mantitas y los peluches le dan a un pequeño bebe. Su Jungkookie no era más que un bebé mimoso a la hora de dormir y Jimin lo amaba por eso.

Por qué nadie le diría que no a la hora en que el más chico tomaba su mano y la colocaba en su pecho para tomarla y suspirar de tranquilidad sobre su almohada. El rubio sentía una ternura incapaz de medirse al sentir a su pequeño tomar cualquier medida para ser abrazado. Y en un comienzo de su relación, en aquellos días donde recién comenzaban a dormir juntos, kookie tenía una gran cantidad de métodos para recibir un abrazo; la mayoría apelaba a la preocupación de su mayor. Jimin tenía como favoritas el dolor de estómago y el frio sin tener fiebre; siempre lo hacia reír en aquel entonces, porque las primeras veces, le preocupaba pero luego de eso, siempre recordaba acostarse con él y decirle.

-hoy es tu estómago, la fiebre, o te duele algo más...- riéndose y sintiendo como el menor se ocultaba de el con sus mejillas en extremo rojas y calientes.

Y tal vez, solo tal vez, eran algunas de esas razones por las que el más chico no dormía muchas siestas y el invierno era su estación preferida. Jungkook no es de mantener ese habito de dormir por las tardes; porque él y jimin no coincidían siempre con los horarios. A veces uno practicaba o el otro tenía que grabar o hacer una sesión. Solamente las tardes que tenían juntos, jimin sentía ser abrazado y él sabía que se dormiría; porque el menor ama con locura dormir sobre el pecho o las piernas de su pequeño mochi.

Conejito Dormilón [ JIKOOK AU ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora