Capítulos 13

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Pov.  Connor

Entre al baño para sacarme el traje y darme una ducha, entro al agua tibia para relajarme, siento como cada músculo de mi espalda comienza a ceder, mi respiración esta calmada.

Termino de ducharme , salgo de la regadera y con una toalla comienzo a secarme el cuerpo, la enrollo sobre mi cintura y abrí la puerta de baño sin previo aviso

Me encontré en una situación bastante Incomoda pues Alex se encontraba sin su sostén dejando sus hermosos pechos al aire son redondos y más grandes de lo que parecen pero su medida debe se perfecta, solo en una bragas color rosado claro que dejaba muy poco a la imaginación

-Dios!!- dice tapándose con las manos sus hermosos pechos

-Lo siento- dije caminando hacia mi armario para sacar un bóxer

El ambiente se volvió un poco tensó así que decidí entrar de nuevo al baño a cambiarme pues ahí estaba mi pantalón deportivo que uso para dormir

Escucho como habré su maleta y maldice por lo bajo

-¿Pasa algo morena?- cuestiono sin mas 

-Si, mi mamá me a empacado de pijama solo ropa no decente para dormir exactamente

-Puedes tomar una de mis camisas

-¿Encerio?

-Si por supuesto

-Gracias

Después de unos minutos de esperar

-¿Puedo salir?

-Si ya puedes

Mi camisa llega un poco abajo de sus glúteos dada su estatura menor que la mía, su cabello esta de cepillado y ella se encuentra al natural sin maquillaje, miro cada facción y cada movimiento hasta que se percata que e salido

-Lamento lo de hace rato pequeñita

-Yo tambien- ríe nerviosa- igual y algún día pasara

-¿Quieres que comencemos con el juego?

-Mmm que tal si comenzamos mañana, me siento un tanto cansada

-Esta bien durmamos

*********
Pov.  Alex

Dios!! que Connor me viera desnudos los pechos fue la cosa más incomoda del mundo, es lo peor que me a pasado solo mi madre, mi nana y mejor amiga me habían visto los pechos.

Después de acostarnos en la cama mis ojos comenzaron a tornarse pesados

-Hasta mañana morena

-Descansa vaquero- le sonreí

De un momento a otro me quede dormida, me despierto una hora después puesto que hace frío, veo que Connor esta cubierto con las sábanas y yo no
Me metro entre ellas para dejar de tener frío y me quedo dormida de vuelta

Escucho el sonido de un gallo, las vacas y los caballo, poco a poco abro mis ojos encontrándome con Connor, unos ojos cafés observándome, una sonrisa de lado

-¿Qué es lo que vez?- le pregunto

-A tí tonta

-No me llames así-digo enfadada

-Estaba jugando no te enojes

-¿Que haremos hoy querido esposo?

-Lo que quiera mi morena

-Vamos a que me muestres tu rancho- digo emosionada- no le conozco

-Vamos entonces solo hay que cambiarnos

-Claro

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Después de que Connor me mostrará su hermoso rancho decidimos ir a desayunar a la casa grande pues ya eran las 9 de la mañana, su hermana debió de haberse levantado y mi suegro se había levantado al alba al igual que nosotros

Entramos notando que ya estaban sirviendo el desayuno, fuimos a lavarnos las manos y regresamos a sentarnos

-Y bien morena ¿Que te pareció el rancho?

-Es bellísimo, tiene muchos lugares que desconocía por completo además es muy grande

-Me alegro que te guste- comento mi suegro

-¿Tienen muchos caballos no?- cuestiono

-Si no son demasiados por que estamos comenzando a criar algunos cuartos de milla- dice sonriendo orgulloso- ¿Tienes algún caballo Alex?

-Si señor una hermosa yegua

-¿Y que raza es?- me pregunta muy curioso-¿Alguna ejemplar cuarto de milla?

-No papá la yegua de Alex es una gruza de dos razas

-¿Entonces es?

-Una mustang salvaje- termino de decir

-Esos animales son imposibles

-No lo son simplemente se les debe de dar mucho amor, hay personas que les odian y los repudian por ser como una plaga pero no se dan cuenta que son los animales que nós ayudaron en nuestra supervivencia y que gracias a ellos somos lo que somos ahora- termine de decir un tanto alterada

-Caramba niña me has dejado sin palabras, me encantaría conocerla

-Dios papá es el animal más inteligente y obediente que e visto, pero solo lo es con ella- dice apuntándome

-¿Y como llego a tí?

-Vera mi madre tenía una yegua cuarto de milla que el abuelo le había obsequiado, esa yegua un día escapo a las semanas la encontraron y estaba preñada, yo tenía quince años cuando ella nació siempre estuvo en libertad pues nadie podía con ella a pesar de su corta edad parecía indomable.
Un día llego a mi sin ninguna explicación y creamos un vínculo que nadie podrá romper- digo sonriendo al recordarla

-Dejsme decirte hijo que tu esposa esta llena de sorpresa- dice riendo

-Mas de las que te imaginas padre- comenzamos a reír todos mientras el toma mi mano

Querido Vaquero (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora