La familia Crygor llegó al cementerio de Diamond City, era un día despejado y tranquilo.
Llegaron a las dos tumbas iguales donde descansaban los padres de la pequeña científica.
-Sabes que tus padres te adoraban Penny- el abuelo de la mencionada posó una mano en el hombro de esta -Te están cuidando desde arriba-
Penny se acercó lentamente a las dos tumbas, colocando el sobre que contenía la carta en medio de ambas para que que sus dos padres pudieran leerla.
-E-espero que la lean- la pequeña intentaba contener sus lágrimas.
De la nada, sintió como si unos brazos la rodearán, pero no eran los de su abuelo, tampoco los metálicos brazos de Mike, eran como brazos invisibles que pertenecían a dos personas inexistentes.
Sintió una pequeña brisa en su frente, como si de un beso se tratase, y otra en su oído, diciendo:
-Claro que lo haremos...-
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9-volt y su madre, 5-volt, estaban parados frente a la tumba del padre del pequeño, ambos intentando no llorar para que el otro no se sintiera mal.
-Vamos hijo- la mayor acercó a su hijo a la tumba -Habla con tu padre-
-P-papá, aquí estamos- el pequeño decía con dificultad -E-espero q-que te guste la carta que t-te escribí-
Sintió una mano en su hombro, pero no era la mano de su madre, era una mano como hecha de aire.
-Seguro me encantará, hijo...-
---○---
En casa de 18-volt, nada interesante pasaba, este sólo estaba recostado en su habitación, viendo al techo.
No tenía ganas de nada, ese era, para él, el día más aburrido del año. Su madre nunca dejaba el celular, casi no pasaban tiempo juntos, así que no tenían nada especial planeado para ese día.
Estaba por quedarse dormido cuando su madre entró a la habitación.
-Hijo...-
-¿Qué?- él le preguntó a su madre sin interés alguno.
-Hay alguien en el teléfono con el que pensé te gustaría hablar- traía el teléfono en la mano.
El otro sólo tomó el teléfono y lo acercó a su oído.
-¿Quién es?-
-Hola hijo, ¿te acuerdas de mi?...-
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Ashley estaba frente al gran retrato de sus padres, observándolo detenidamente unos segundos antes de bajar a ver la caja que contenía todas las cartas pasadas.
-¿Debería seguir haciendo esto?- preguntó al retrato de sus padres -Es decir, ustedes nunca las reciben, solo van a una caja que solo abro una vez al....- hizo una pausa y sacudió su cabeza -Dios, tan mal estoy que hasta le hablo a un retrato-
Estaba por irse y tirar la carta, pero luego Red, su pequeño compañero, la detuvo.
-Ashley, por favor, no dejes de escribirles cartas a tus padres-
-¿Y podrías decirme la razón para seguir escribiendolas?- la brujita se cruzó de brazos y miró seria al diablillo.
-Porque, aunque no lo hagas ver, sé que en el fondo extrañas mucho a tus padres- el diabillo recogió la carta del suelo -Estas cartas son tu única manera de conectarte con ellos, si dejas de hacerlas, es como decir que ya no los amas-
La brujita dejó su cara seria y lentamente sus ojos se volvían cristalinos.
-Dime Ashley, ¿acaso ya no amas a tus padres?-
Ashley se puso de rodillas en el piso, viendo hacia su regazo y dejando salir una que otra lágrima.
-¡C-claro que l-los amo, cada d-día pienso en l-lo que pudo haberles pasado!- colocó su cara entre sus manos y sacó todo su dolor en un llanto desesperado.
Red se puso a su lado, extendiendole la carta que había recogido.
-Entonces pon tu carta en su caja-
La brujita tomó la carta y la puso en la caja, no quería que sus padres pensarán que ya no los amaba. Volvió a ver el retrato.
-Nunca dejaré de amarlos-
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Young Cricket se encontraba frente a la tumba de su madre, lágrimas mezcladas de tristeza e íra salían de sus ojos.
-Mamá, cada noche tengo pesadillas con tu muerte, la manera de como te cortaron el cuello se quedó en mi mente permanentemente- se arrodilló frente a la tumba y dejó la carta frente a esta. -Nesecito tus abrazos para sentirme mejor-
Empezó a sentir una mano acariciando su cabello y un brazo rodeándolo desde atrás. No podía ser su padre, ya que cada año el karateca se escabapa para ir al cementerio sin que él lo supiera para poder visitar a su madre.
-Tranquilo, mi pequeño grillo, no temas...-
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Las pequeñas mellizas Kat y Ana estaban sentadas en el suelo, mirando el retrato de sus padres sin decir nada. Los ojos se les llenaron de lágrimas, solo con ver sus caras les recordaba tanto.
-Mamá, papá....- Kat intentaba contener sus lágrimas.
-M-mamí...p-papí...- pero Ana, siendo la más sensible de las dos, dejaba caer una que otra -....L-los extraño-
A Kat le rompía el corazón ver a su hermanita llorar, sentía que no podía hacer nada para animarla.
-Yo también Ana, pero no hay nada que hacer, la única y mejor cosa que podemos hacer en nunca olvidarlos- prosiguió en abrazar a su hermana.
Sintió las lágrimas de Ana en su hombro, pero no le importaba.
-¿C-crees que p-piensen en nosotras?-
-Donde quiera que estén, seguro que también piensan en nosotras y nos extrañan- le paso la mano por el cabello.
-Ja, algunas veces actúas como mamí-
-Y tú como papá-
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Y aquí termina esta pequeña historia nacida de uno de mis headcanons.
Soy un asco escribiendo cosas tristes, pero creo que esto me salió decente.
Aunque sé que nadie leyó esto, gracias por leer.
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Dear Mom and Dad; Wario Kids Fanfic
Fanfic[NO APLICA 100% A MI UNIVERSO ACTUAL] En Diamond City, existían 7 pequeños que no tenían a uno de sus dos padres, o, simplemente, no tienen ninguno a su lado. Estos cada año les escriben una carta a sus padres ausentes, ya que no les pueden hablar e...
