No quiero...

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-Seré delicado si quieres...-dijo besando mi cuello, pero esto ya no era divertido.

-¡ya te dije que no!

-lo bueno es que los demas ya se fueron.
dicho eso yo entendí claramente lo que quería decir, ¡¿como es que se le hace tan fácil?! Me toma de la cintura casi lastimándome, me sube a su escritorio. Intento alejarlo con mis manos pero fue en vano ya que el no se movía, mis lagrimas comenzaron a caer en eso le comienzo a suplicar pero no me hace caso hasta que le doy una patada y se aleja, al alejarse tomo mi mochila y me voy corriendo.

Disminuyo la velocidad y me encamino a la salida, al salir me sorprendo al verlo, es ¿Ethan...?.

Veo a Ethan recostado sobre su auto con unos lentes de sol puestos, una camiseta blanca de cuello de V y jeans rasgados.

Camino desviándolo ya que no quiero que me vea llorando y justo cuando paso por su lado esperando que no me reconozca, me reconoce.

-Asia!

Me quedo quieta sin darme vuelta y siento como se acerca a mi, hago lo que puedo por secarme las lagrimas.

-¡Hola!

-¡H-hola!-digo dándome vuelta y en ese entonces el frunce el ceño.

-Asia ¿estas bien...? ¿por que lloras?.

-Tranquilo, no me pasa nada- digo con una leve sonrisa en mis labios-y...¿Qué te trae aquí?.

-Pues...pensaba en recogerte...-dice rascándose la nuca y mordiéndose el labio.

-No hace falta, pero¡ gracias!

-Ya te he dicho que no es molestia.

-Pero aun así-digo riendo.

-Bueno basta de agradecimientos y sube -menciona demandante.

Nos subimos al auto y todo el camino fue de risas gracias a sus bromas, en fin, llegamos a mi casa.

-Gracias por traerme Ethan.

-un placer princesa- dice suavemente y me guiña el ojo- espero hasta que entres a tu casa.

 Ruedo los ojos y me dirijo a la puerta, toco el timbre y no me abre mi madre. veo por las ventanas de los costados y no veo a nadie.
Me dirijo al auto con Ethan.

-Mi madre no se encuentra, la esperare aquí afuera, te puedes retirar tranquilo-Ethan frunce el ceño, supongo que no le agrada del todo la idea y solo se queda pensativo.

-Se me ocurre una idea- menciona con una sonrisa traviesa.

-¿Que cosa?-pregunto confundida.

-vamos a mi casa- dice con la misma sonrisa en sus labios.

Me quedo pensativa y mientras mas pienso mas se me realiza una sonrisa.

-¿Por que no?- digo con una sonrisa en los labios, ha sido un mal día y no me va nada mal un poco de diversión y distracción

SugarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora