[Tododeku] Te quiero, Midoriya

Capítulo 3

Todoroki despertó al día siguiente en el hospital, estaba tumbado en una camilla y, al incorporarse, se dió cuenta, con una mueca de dolor, de que tenía el brazo vendado, pero lo que le alegró la vista, fue ver que justo el la camilla de al lado se encontraba su querido Midoriya, con los ojos cerrados y una respiración regular. Se veía tan guapo he inocente estando así, que Todoroki no pudo evitar sonreír por la ternura, y se metió de nuevo en la cama, ya que aun se encontraba cansado tras la pelea del día anterior.

Volvió a despertarse varias horas más tarde, y al mirar por la ventana, vió que ya había incluso oscurecido, pero al mirar al otro lado, se dió cuenta de que la camilla de Deku estaba vacía, por lo que se incorporó tan rápido como pudo y fue en busca del otro chico.

Deku había despertado media hora antes que Todoroki, y al ver al otro chico durmiendo al lado, no pudo evitar sentirse aliviado, al saber que estaba bien y allí con él. Debido a que no conseguía volver a dormirse, decidió levantarse y subir a la azotea del edificio, para que le diera el aire y a pensar en todo lo ocurrido el día anterior.
Y allí se encontraba Deku, apoyado en la barandilla de la azotea del edificio, pensando en la pelea y, principalmente, en el chico bicolor que le tenía la cabeza hecha un lío, es decir, nunca le había pasado eso con nadie, ni siquiera cuando veía a una chica guapa, por lo que comenzó a pensar que quizás lo que le gustaba no era una chica después de todo.
Mientras Deku seguía dándole vueltas a la cabeza y estando cada vez más convencido de que le gustaba Todoroki, este llegó a la azotea, y vió a Deku apoyado en la barandilla, pensativo, por lo que se acercó a él para ver como estaba -hola Midoriya, como te encuentras? -preguntó mientras se apoyaba en la barandilla junto a él.
-Ah, hola Todoroki-kun- respondió este saliendo de sus pensamientos y ruborizándose levemente- bien la verdad, un poco magullado, pero me encuentro mucho mejor, ¿y tú?- inquirió Deku, mirando al chico de reojo- ¿yo? Bien, a parte del brazo, el resto estoy mejor- respondió este, mirando a la luna que brillaba en el cielo.

Se quedaron ambos en silencio, pensando el uno en el otro respectivamente, hasta que, finalmente, Todoroki decidió dar el paso- ¿sabes qué Midoriya?-comenzó- desde el primer día que te vi, supe que eras alguien especial, alguien que siempre está ahí para ayudar a los demás y que alegra a las personas con su simple presencia, y durante todo este tiempo, no has hecho más que demostrar que tenía razón, sobre todo el día de la competición, ese día me ayudaste a liberarme de lo que me mantenía preso desde que nací, así que quiero darte las gracias por eso y por mucho más, Midoriya, no sabes lo feliz que puedes llegar a hacer a alguien con tan solo tu presencia, al menos a mí me haces feliz, y provocas una serie de sentimientos en mí que nunca creí que pudiera llegar a experimentar por nadie y menos por un chico, pero, ya ves como es la vida, aquí estoy, declarándome ante un chico, el cual me gusta más de lo que nada me ha podido gustar en mi vida, te quiero Midoriya, y me gustaría ser más que tu amigo, solo si tu también quieres, claro- finalizó Todoroki, sin apartar la mirada de la brillante luna.

Deku se había quedado de piedra al escuchar todo aquello, ¿de verdad le gustaba a Todoroki? ¿El chico del que se había enamorado también sentía lo mismo por él?
-yo...también te quiero, Todoroki-kun, y por supuesto que me encantaría ser más que tu amigo- dijo Deku con el pulso, una vez más, por las nubes y el rostro coloradísimo.
Al oir esto, Todoroki no pudo evitar soltar un pequeño suspiro de alivio y se giró sonriente para abrazar a Deku, y para darle un beso en la frente, pero este se puso de puntillas y acabaron besándose bajo la luz de la luna y de las estrellas.

Esa noche durmieron los dos juntos, abrazados en la misma camilla, sin que les importara el que dirían o el que pensarían, ya que ellos se querían y eso era más que suficiente contra todo lo demás.

FIN