Después de lo que pasó, Selena ya no quería verlos, pero por menos ganas de ir a la escuela que tuviera, debía ir igual. Ya de por sí sus notas no eran muy altas, y una falta más podría ser la diferencia entre aprobar y repetir de año.
Salió para el colegió 15 minutos antes de las 7, el hecho de caminar en soledad era un alivio, pero eso no la iba a salvar del discurso de sus padres:
-Llámanos cuando llegues. Y vuelve apenas termine la clase, si no regresas para la una y media tu padre irá a buscarte ¿Entendido?
Selena guardó su celular en el bolsillo, tomo sus auriculares y, luego de despedirse de su hermano Viktor, salió de casa.
La escuela no quedaba tan lejos, solo 15 minutos en autobus y un par de cuadras a pie. Se puso los auriculares y encendió spotify. Así podría matar el tiempo con la música y evitar que algún tipo le hable. Los auriculares tenían esa ventaja, eran como un muro que impedía que alguien la molestara con algún comentario sobre el tiempo o algún tipo de ligue como "Disculpa, te conozco de algún lado?". Ella podría seguir leyendo sus libros de wattpad y hacer como si no escuchara nada.
Ya iban dos semanas desde que, en la escuela, los profesores le insistían en que se una a alguna actividad extraescolar por la tarde para complementar el plan de estudio. Selena no quería apuntarse a ninguna de las actividades que ofrecía el colegio, pero al final acabaron obligandola sus padres. Teniendo en cuenta que lo único que quería era pasar tiempo a solas, escogió el taller que menos personas tenía, para ser específicos, no tenía ninguna otra persona. Esta era una excusa perfecta para alejarse de su casa y de todo lo que la rodeaba por un tiempo, solamente debía usar su escudo músical para evitar que el profesor le hablase, mientras fingía hacer lo que sea que debería hacer en el taller.
A la tarde, cuando fue a inscribirse, la atendió una señora vestida con una blusa blanca, falda rosada, medias negras largas y una bincha con lo que parecían ser unas orejas de gato caseras de una otaku solterona.
La mujer le dijo con entusiasmo las opciones del club y quería saber cuales eran los gustos de su nueva alumna, pero Selena respondió:
-Me da igual lo que sea.
La mujer la miró con extrañeza y, en un cuaderno lleno de papeles y colores, tomo nota de sus datos; y luego obviamente la anotó en la clase que dictaba y que no tenía ningún otro alumno: Taller de dibujo anime.
-No creo que a mis papás les agrade del todo la idea- añadió Sele
-No te preocupes por eso! Cuando te gradues el título dirá "Diseño gráfico y publicitario" o algo que suene importante. Igual esto no es tan inútil como parece, si te esfuerzas puedes llegar a animar series parala televisión. Verdad que puede ser útil?
Selena sonrió y se sintió extraña, parece que habían pasado siglos desde la última vez que lo hizo.
