Terminamos de comer y me tumbo en el sofá, antes de que me quiera dar cuenta tengo a Vane tumbada sobre mí, aparto con cuidado esa maraña de pelo hasta que me encuentro con esa sonrisa que me mata, cierro los ojos... Pero no, no noto sus labios sobre los míos ni sobre mi mejilla, noto como su cuerpo se va levantando del mío, como un escalofrío me recorre, abro los ojos y veo cómo se va hacia la cocina, me giro hacia Ana que mira la escena sin decir nada.
M: Bueno me voy
V: Vale, vamos hablando para vernos otro día
M: Claro, vamos hablando
Me despido de Ana con un beso rápido en la mejilla y cierro la puerta, me quedo apoyada en el portal sin saber que ha pasado ahí arriba, finalmente, salgo cojo el coche y me voy para casa.
*VANESA*
Se cierra la puerta y me apoyo en la encimera, hundo la cara entre mis manos, respiro profundo, oigo como Ana se acerca y me apoya la mano en la espalda, me giro despacio y hundo la cara en su pecho.
A: ¿Qué pasa pequeña? –Me dice con ese tono maternal que sólo ella sabe poner- ¿Qué acaba de pasar?
V: No lo sé Ana, no sé qué hago
A: Primero se queda a dormir, luego las dos en el sofá hechas una pelota, le invitas al concierto y de un momento a otro te levantas y te vas ¿Miedo?
V: Demasiado, Ana no puedo volver a caer y no hablo de ella, hablo de romperme en mil ¿Crees que esta vez es diferente?
A: No lo sé, la verdad me gustaría creer que sí que ha cambiado que te va a cuidar pero eso no lo puedo valorar yo, eres tú.
V: ¿Debería arriesgarme una última vez?
A: Vane yo no puedo ayudarte a decidir eso, no es cosa mía pero pase lo que pase yo voy a estar allí y si quieres arriesgarte una vez más y sale mal voy a estar aquí para esas noches de llantos y si sale bien seré la primera en alegrarme y si no lo intentas no te voy a decir nada porque sé lo que has pasado.
V: Gracias
A: ¿Qué vas a hacer?
V: No lo sé Ana ¿Ha cantado antes mucho cómo me he levantado?
A: Demasiado, la cara de Malú ha sido un poema, la pobre no sabía que hacer
V: ¿Debería escribirle?
A: Y dale con preguntarme que hacer, Vane son tus decisiones así que tú sabrás lo que quieres hacer ¿Quieres escribirle? Espera déjame adivinar no lo sabes
V: Efectivamente
A: Mira que eres complicada ehh
V: Necesito aire
A: Abre la ventana hija mía
V: No, necesito irme a mi casita unos días, yo sola, sin móvil casi, necesito guitarra, música y tranquilidad
A: Vete, esta semana no tenemos nada, coge las cosas vete. Esta noche duermes allí ya si quieres
V: ¿Y tú? Aquí sí que tenemos trabajo...
A: Yo me encargo de él, sólo prométeme que cuando vuelvas tendrás las ideas claras al 90% por lo menos, las pilas recargadas de nuevo y vendrás con más ganas que nunca.
V: Prometido
A: Pues vuela va.
Salgo corriendo a la habitación, cojo la guitarra con su funda, el cuaderno y listo, vuelvo al salón, Ana sonríe cuando me ve aparecer.
A: ¿Sólo eso? ¿Y la ropa?
V: Tengo allí además para pegarme todo el día en pijama tampoco hace falta mucho. ¿Por aquí todo controlado, seguro?
A: Que sí pesada, vete ya que lo tengo todo controlado. Avisa cuando llegues lo único.
V: Vale yo te aviso.
Bajo casi saltando hasta el coche, me monto en él subo la música y cojo dirección hacía mi tierra, respiro profundo y las horas de viaje van pasando, pongo el manos libres para llamar a Ana.
A: ¿Qué pasa? ¿Ya has llegado?
V: No, todavía no pero que se me ha olvidado decirte
A: ¿El qué? Sorpréndeme
V: Que no le digas nada a nadie de donde estoy, ósea, ni a la banda, ni a mis hermanos. Tampoco le digas a nadie que Malú ha vuelto por mi vida no quiero todavía, esto sólo entre las dos ¿Vale?
A: Vale, no te preocupes mujer yo no digo nada pero... Si me preguntan ¿Qué les digo?
V: Que me he encerrado en casa a componer nuevos temas y listo
A: ¿Y si me pregunta Malú?
V: Que me hable a mí que yo le explicaré pero no creo que lo haga.
A: Vale ¿Algo más?
V: No, gracias guapa, cuando llegue te llamo.
A: Vale, lleva buen viaje.
Cuelga y vuelvo a subir la música, última hora de viaje y podré descansar y desconectar. Llego a mi casa una pequeña casa rustica en mitad de nada, entre la montaña y el mar, mi refugio cuando más lo necesito, llamo a Ana y desconecto el móvil por hoy. Me siento en el suelo que es lo que más me gusta con la espalda apoyada en el sofá, la guitarra a mi lado y el cuaderno.
La noche pasa y aunque he estado tentada muchas veces de conectar el móvil no lo he hecho, me tumbo en la cama y doy vueltas, termino por dormirme. A la mañana siguiente, me pongo la ropa de deporte, los cascos, móvil y me voy a correr por el bosque, llego a un sitio muy tranquilo donde me siento sobre una roca y contemplo el mar, mi Málaga a mis pies casi. Vuelvo a casa y es hora de responder a los mensajes que me han ido llegando hasta ahora.
M: ¿Todo bien? ¿He hecho algo? (21:00)
M: Ya veo que no tienes muchas ganas de hablar, lo siento (23:00)
V: Todo bien tranquila no hiciste nada, estoy de retiro por decirlo de alguna manera jajjaja (11:25)
M: ¿De retiro? (11:26)
V: Sí, me he venido a mi tierra, lo necesitaba (11:27)
M: Ah vale pues disfruta y cuando vuelvas pues ya hablamos (11:27)
V: Gracias :) (11:28)
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Valú: me siento en deuda
Fanfic"Tengo hábito me siento en deuda como lo hago con el mundo que guarde para enseñarte, si tuviera el poder de darle a todo la vuelta, ganaría tiempo para ir a buscarte" Cinco años no han sido suficientes para quitarme ese hábito de ti y escuchar esa...