You In Me; BaekSoo

Capítulo único.

BaekHyun despertó pesadamente, había vuelto a tener ese horrible sueño en el que KyungSoo le dejaba, alegando que sus celos destruyeron su relación, era un sueño que lo molestaba desde hacia semanas, había ocasiones donde despertaba demasiado asustado por lo vivido que llegaba a ser aquello.
Miró hacia su costado donde KyungSoo estaba sentado, sonrió de forma boba y se acercó a su novio, rodeando su cuello con sus delgados brazos, acariciando su rostro con ternura y besando su mejilla.
Le gustaba tenerlo cerca, saber que era solo suyo y que nada los podría separar de ahora en adelante.
— Eres mío, eres mi todo.
Murmuro el de cabello platinado, sus ojos brillando con amor, aunque KyungSoo no respondió, demasiado frío para cualquier persona, pero tan cálido como siempre para el mayor.

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Habían tenido una de esas discusiones donde KyungSoo lo acusaba de ser siempre demasiado celoso, que necesitaba ir al psiquiatra por que su comportamiento no era normal, BaekHyun no sabia cuantas veces había escuchado ya lo mismo salir de la boca de su novio o de sus padres, desde su punto de vista era completamente normal estar celoso por que aquel JongIn le había coqueteado a KyungSoo, aunque quizás golpear al menor en el rostro y amenazarlo había sido un poco demasiado exagerado.
Sabia que las cosas estaban demasiado tensas entre ambos y que el menor lo dejaría en cuanto tuviera la oportunidad, seguramente para irse a los brazos de JongIn, lo había escuchado hablar con él por teléfono y asegurarle que en cuanto su relación terminara, se mudaría con su nuevo amor. Eso había sido demasiado para su propio bien, ¿Alguna vez BaekHyun hizo algo tan malo como para que su novio lo quisiera dejar de esa forma? Pero no lo dejaría, no permitiría que KyungSoo fuera de otra persona.
Por ello, había decidido organizar una pequeña cena en su pequeño departamento, alegando que quería disculparse con el menor por sus actos tan agresivos.
Ver a KyungSoo con traje y el cabello peinado hacia un lado era un verdadero placer, esos labios que antes le prometían un amor eterno entre besos y caricias, ahora no eran sinceros, podía notarlo. Por ello no le importo colocar un fuerte veneno en la copa de vino del menor, si KyungSoo no era suyo, no permitiría que fuera de nadie más.

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KyungSoo se mantuvo alerta durante aquella cena tan improvisada que su novio había decidido organizar, no estaba del todo seguro de que pasaba por la mente del contrario, pero esa noche terminaría con toda aquella enfermiza relación, con aquella pesadilla.
Ambos se encontraban sentados frente a frente, cada uno comiendo de su plato, sentía que algo no estaba bien, era un extraño presentimiento pero decidió no darle la importancia que debería.
No era que KyungSoo quisiera dejar de esa forma a BaekHyun, pero ambos habían arruinado aquello, en su corazón sentía que su tierno novio ya no era el mismo, era demasiado tarde para arreglarlo.
Bebió un sorbo de aquel vino y un sabor extraño lleno su boca, aquello no sabía bien.
En ese momento el mayor comenzó a hablar, mirándolo siempre, examinando cada uno de sus movimientos.
— ¿Porqué estas tratando de alejarme? Dime. —Murmuro su novio, su voz salia pesada, como si tratara de transmitir que algo iba realmente mal, sentía que su corazón se aceleraba demasiado.
— B-Baek... —Ahora el aire le pesaba, no podía respirar, trato de moverse pero su cuerpo no respondía, sus ojos miraban de forma suplicante al mayor.
— ¿Porqué sigues alejándome? Puedo sentirlo todo. —Su corazón comenzaba a ir más rápido, poco a poco su consciencia se iba desvaneciendo, sabia que iba a morir, BaekHyun había llegado demasiado lejos, incluso antes de que su corazón dejara de latir, pudo escuchar con claridad sus palabras, grabándose como su último recuerdo, su último suspiro.
— No puedo dejarte ir, tú serás mío para siempre. —Aseguro mientras se ponía de pie lentamente, rodeando la mesa y abrazando aquel cuerpo sin vida, sonriendo como si todo estuviera bien.

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BaekHyun decidió que no se quedaría en aquella casa, tenia demasiados recuerdos dolorosos para él y KyungSoo, así que cambiándose por algo más informal al igual que el menor, metiendo ropa, dinero y algunas fotos de ambos, no necesitaba mucho más.
Acomodo a KyungSoo en el asiento del copiloto, sonriendo al ver como ahora sus ojos solo lo miraban a él, aunque ya no había brillo en ellos, ya no había nada.
Arranco el auto, no le informo a nadie a donde iría, ni siquiera en su trabajo o en el de KyungSoo, nadie podría seguirlos y separarlos, comenzando a conducir lejos, muy lejos de todo, tratando de huir de la culpa.
Llegaron finalmente a un motel a las afueras de la ciudad, era un lugar pequeño pero la renta era barata y solo lo atendía una pareja ya muy vieja como para cuestionar cualquier cosa, incluso el nombre era perfecto »APEGO«.
Ahora ambos compartían un cuarto pequeño, demasiado frío y con un desagradable olor, aunque para la retorcida mente de BaekHyun era tan cálido como el corazón de su novio.

Había días en los que encendía la TV, acomodándose entre los brazos de un KyungSoo con el cuerpo ya de un color azulado, labios morados y un desagradable olor que el mayor ocultaba con mucho perfume, tratando de mantener un aspecto saludable bañándolo, cortando su cabello de vez en cuando, cambiándolo de ropa, como si aún estuviera vivo. En las noticias se hablaba sobre la desaparición del joven Do, un chico de 23 años junto a su novio Byun de 24 años, los padres de Do acusaban al mayor de haber secuestrado a su hijo, exponiendo que aquel hombre no estaba bien mentalmente, terminando siempre por reír ante aquello, negando un par de veces.
— Hay gente tan loca en el mundo, ¿Verdad, amor? —Pero su pregunta nunca fue respondida, nunca ninguna de sus palabras era contestada.
— ¿Porqué no me dices nada? —Cuestionaba como si realmente aquel cadáver pudiera escucharlo, sintiéndose ignorado, culpable, un monstruo.
— ¿KyungSoo? ¿Kyung? ¿A-Amor?
Las lágrimas se acumulaban en sus ojos, se levantó de golpe y traro de encontrar sentido a lo que había hecho, cada recuerdo atacaba su mente, lo enloquecían. Cubrió su boca tratando de no gritar por el horror de sus actos, todo estaba mal, nunca quiso llegar realmente a aquello.
— Disculpame, perdoname, lo siento tanto... —Murmuraba entre lágrimas, tratando de que aquellas palabras limpiaran sus manos, que desaparecieran sus recuerdos.
— Te necesito en mi vida. —Su mente era un caos total, no sabia que hacer, alguien pronto los encontraría y los separarían por siempre, sus recuerdos, cada sonrisa compartida juntos, cada noche en la que KyungSoo le hacia el amor murmurando eternas palabras de amor, cada pelea, sus celos obsesivos.
— Vuelve a mi vida... —Su voz se quebró por completo, su llanto se hizo más fuerte y trató de ignorar el incesante sonido de las sirenas policiacas acercándose junto con el golpeteo de su puerta, abrazo con fuerza el cuerpo inerte del menor y trato de resguardarse en su pecho como solía hacer antes.
— Serás mío para siempre.