El Encadenador 🎭

prologo

 Elías Fernando Guerra Alvarez un estudiante de tercer año de secundaria de 15 años perteneciente al club de teatro de su escuela, un chico pálido e ojeroso, traía un suéter negro siempre puesto , el muchacho era delgado su cabello negro y ojos oscuros lo hacían ver mas pálido aun, su cabello le tapaba la frente desorganizado ya que no se solía peinar además de eso el muchacho era considerablemente alto, enfrente de la gente se mostraba como alguien muy "sonriente" y "feliz" , la mayoría del tiempo estaba solo sus "amigos" solo lo lo usaban cuando le servían, quien únicamente era su amigo en realidad era un chico japonés llamado Kaito, pero lastimosamente desapareció tanto el como su ciudad, hubo un terremoto que se trago toda su ciudad, esto lo deprimió bastante los únicos que podía decir que eran sus "amigos" era los chicos del club de teatro y sin embargo no estaba todo el tiempo con ellos casi la mayoría de su tiempo se la pasaba estudiando o leyendo era uno de los mejores alumnos de su escuela , gracias a eso la envidia y la gente falsa surgía, detestaban verlo responder algo bien o ver como sus notas fueran mejor que las de ellos de allí surgieron 5 imbéciles que lo molestaban y lo golpeaban hasta dejarlo escupiendo sangre, el solo no se defendía el chico no le importaba nada ,ni el mismo lo veía inútil, dentro de el existía un vació no le veía sentido a su existencia, su familia lo había echo creer eso. Casi todos en su casa lo maltrataban exceptuando a alguien, su tía la cual era la única amable con el su madre y sus demás familiares lo maltrataban, gritaban, atormentaban le arrojaban cosas al propósito, a veces el no podía dormir ya que las voces de su familia estaban en su mente burlándose de el , insultándolo su mente estaba tan rota como un trozo de cristal escuchaba constantemente esas voces en su cabeza atormentándolo gracias a la música lograba callarlas un poco, pensaba la mayoría del tiempo se imaginaba millones de formas de matar a su familia a los imbéciles de la escuela, pero eran solo eso fantasías sádicas y enfermas de como se verían sus tripas y sangre por el piso mientras el solo podía por fin reír de ultimo, se imaginaba eso igual que los cadáveres que a veces veía por su sector, ver aquellos cuerpos sin vida le daban un sádica satisfacción la sangre, ese olor, lo hacia sentir vivo, pero el mismo se frenaba pensando(algún día pasara y yo sera feliz , pero mientras  y para no levantar sospechas seré un sonrisa brillante ,vacía pero brillante. Como la de una mascara) dentro de el sabia muy bien que ni con eso tal vez seria feliz no le quitaría la soledad solo lo volvería un asesino, aun ese tormento estaría dentro de el y lo perseguiría por siempre, el siempre sera infeliz, estará solo y vació, o eso pensó el.