Me esperaba en la esquina. llegué tarde, nerviosa. no dijo nada.
Caminamos del brazo muy juntos; se veía guapo con su traje militar, arrogante y bien plantado. Seguimos así sin hablar, pensativos. al llegar al atrio de una iglesita nos sentamos en una banca y entonces fue cuando me preguntó que que erá lo que había decidido. yo estaba muy confundida, vacilante, no sabía que decir.
-No sé todavía! le respondí tímidamente. Damie tiempo, no es facíl.
El me miró a los ojos, con una mirada de reproche. y respondío -Tú sabes. me dijo. No hay tiempo, Me marcho en dos días y no es posible que en ese tiempo se arregle una boda. ni siquiera por lo civil.
Tu eres menor de edad y sin el permiso de tus padres, que sabes de sobra que no me quieren, entonces nada se puede hacer.
Tus padres están muy renuentes por que soy militar, dicen que soy ave de paso. que en mi profesión acostumbramos a ser mujeriegos y tomadores, Yo no soy así y lo sabés, y en verdad te quiero. -Nos marchamos juntos y después, cuando haya tiempo, nos casamos. -Decídete ya por piedad!
-No supe que contestar, tenía mucho miedo de equivocarme. lo quería, o almenos creía quererlo, pero no me hacía a la idea de irme lejos de mis padres, de mi casa, mi familia. -Que hacer?. -Que sería de mi vida sin él?, -Mis padres me perdonarían algún día?. Me daba muchas vueltas la Cabeza...
